Sociedad y Justicia
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Experto recomienda atenderla desde sus primeras etapas

Disfunción eréctil, alarma de enfermedades cardiovasculares

Sedentarismo, obesidad y alto consumo de grasas, factores de riesgo

 
Periódico La Jornada
Sábado 21 de febrero de 2015, p. 35

La disfunción eréctil puede ser una de las primeras alarmas, la punta del iceberg de padecimientos que lleven a graves problemas de salud como infartos cardiacos y accidentes cerebrovasculares, aseguró a La Jornada el urólogo por la Universidad Autónoma de Nuevo León, Daniel García Sánchez.

Dijo que la disfunción eréctil, que afecta en alguna medida a uno de cada dos hombres mayores de 40 años, debe atenderse desde las primeras etapas de evolución, y refirió que este padecimiento puede ser detonado por diabetes y problemas metabólicos.

Hay muchas causas de la disfunción eréctil: diabetes, hipertensión, problemas en el endotelio de las arterias. Se está viendo que la disfunción eréctil es un monitor de enfermedades cardiovasculares, por lo cual insistió que no sólo es un problema que afecta la vida sexual de una pareja.

Advirtió que lo importante no sólo es el hecho de que no haya erección con firmeza, sino que puede tratarse de todo el sistema vascular, pues puede ser indicativo de que la salud en general, obviamente está fallando. Es una alarma.

El también integrante de la Sociedad Latinoamericana de Piso Pélvico explicó que la disfunción eréctil es un problema de pareja, en el cual el hombre empieza a alejarse por temor, le genera estrés, y la mujer piensa que el hombre está saliendo con alguien más o que ya no le resulta atractiva, y eso hiere la autoestima femenina.

Expuso que muchas veces en lugar de hablar de la situación, cada uno toma distancia y se va formando un abismo. Se han generado divorcios por esto, pero afortunadamente cada vez se busca más la ayuda médica, sobre todo en los últimos 17 años, luego de que en 1998 surgió la sustancia sildenafil, la cual –dijo– eliminó prejuicios sobre este padecimiento y abrió la posibilidad de recuperar la vida afectiva y sexual en las parejas.

Señaló que los malos estilos de vida, caracterizados por sedentarismo, obesidad y alto consumo de grasas, contribuyen a la aparición, a veces más temprana, de la disfunción eréctil. Explicó que existen cuatro grados de firmeza, de los cuales el cuatro es la mayor firmeza y el uno la menor, cuando es imposible la penetración. La gran mayoría de pacientes, después de los 40 años, tiene firmeza grado tres, e insistió en que cuando empieza el problema se debe pedir ayuda médica.

Comentó que en casos extremos se pueden colocar “prótesis, que es el último eslabón al que podemos llegar. Es algo mecánico, pero a algunas mujeres no les gusta esto, porque dicen ‘no sé si yo lo excito’, pero otras lo aceptan. Es una cuestión sicológica y de pareja”. No obstante, precisó que lo más recomendable es un tratamiento con las sustancias que existen en el mercado.