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Estudio de César Luis Cuevas, del Instituto de Biotecnología

Descubren en la UNAM proteínas contra sequía; no necesitan transgénicos
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de febrero de 2015, p. 34

Un grupo de proteínas que protegen a sus pares cuando la planta que habitan padece sequía o estrés hídrico ha mostrado potencial para obtener nuevas generaciones mejoradas sin necesidad de transgénicos, señaló César Luis Cuevas Velázquez, académico del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México.

De acuerdo con una investigación del especialista, las llamadas proteínas de la embriogénesis tardía (LEA, siglas en inglés de late embryogenesis abundant) se acumulan cuando las semillas de las plantas están secas, y también en raíces, hojas y otros tejidos si hay poca agua.

Al estudiar la manera en que se comportan las proteínas LEA –trabajo por el cual ganó el Premio Langebio 2014, del IPN–, Cuevas profundizó en tres de estos elementos en una planta de la especie Arabidopsis thaliana.

Las LEA son proteínas hidrofílicas. Por su afinidad con el agua son muy flexibles y desplegadas, lo que les permite interactuar con múltiples blancos y proteger a otras si sufren por falta de agua, explicó.

Gracias a su plasticidad, las LEA se adhieren a las que padecen con la deshidratación y localizan las moléculas de agua alrededor, así cuidan a la proteína blanco de la falta de líquido, agregó.

El hallazgo puede ayudar a que este tipo de proteínas confieren a otras su tolerancia a la sequía, es decir, de convertirse en lo que se conoce como “marcadores moleculares, sin necesidad de utilizar semillas transgénicas.

Se pueden seleccionar las plantas que poseen las LEA con mayor capacidad de proteger a otras proteínas y elegir esos individuos para reproducirlos y hacer una agricultura tradicional con selección natural de variantes genéticas, enfatizó.

Cuevas señaló que ha comprobado que al someter una proteína a congelamiento varias veces, pierde su función, pero si le añado LEA, sigue en funcionamiento, así que esto tiene un potencial biotecnológico importante, porque podríamos usarla como aditivo para otras de interés que sean sensibles a congelamiento o deshidratación; por ejemplo, para vacunas.