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Dilema: tradición o tecnología
Gadgets, el sueño infantil

Piden a los Reyes Magos celulares, tabletas y videojuegos

Sin acceso a Internet, los menores pueden sentirse excluidos socialmente

El uso de redes requiere de la supervisión adulta, según especialista

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Las nuevas tecnologías despiertan el interés de los menores en todo el país, a veces en detrimento de las opciones tradicionales como patines y bicicletasFoto María Luisa Severiano
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Juguetes tradicionalesFoto Francisco Olvera
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Tianguis de juguetes dentro del Deportivo Hermanos Galeana en la delegación Gustavo A. MaderoFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Domingo 4 de enero de 2015, p. 2

En estos días a los Reyes Magos les han enviado infinidad de cartas, pero tres objetos concentran las peticiones: teléfonos celulares, tabletas electrónicas y consolas de videojuegos. Los niños por supuesto aseguran en su correspondencia –la cual fue enviada también por correo electrónico– haberse portado bien y por eso desean que este año les traigan un gadget como esos.

Melchor, Gaspar y Baltasar se encuentran entonces ante un dilema: poner o no en manos de los más pequeños un dispositivo electrónico con el que podrán acceder a Internet.

Es una disyuntiva difícil, opina Nashely Ramírez Hernández, de la organización Ririki Intervención Social, pues de no obtenerlos pueden sentirse excluidos tecnológica y socialmente. Los niños de ahora se relacionan en las redes sociales y lo hacen por medio de esos aparatos.

Negarse a ello es negarse a aprender nuevas formas de relación social, las cuales no tienen vuelta atrás apunta.

En 2013 había 46 millones de usuarios de Internet, 11.7 por ciento de ellos –poco más de 5 millones– tenían entre 6 y 11 años de edad, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Cuando los Reyes Magos eran niños seguramente se entretenían de maneras muy distintas. Esa diferencia se observa en una encuesta que la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope) hizo a principios del año pasado.

En enero de 2014 los niños pidieron en primer lugar tabletas electrónicas, en segundo sitio celulares inteligentes, luego consolas de videojuegos. Muy atrás le siguieron las muñecas de moda, figuras de acción, bicicletas y patines.

Sin embargo, en los planes de los Reyes Magos figuran muñecas o figuras de acción en primer lugar, luego, bicicletas, patines o patinetas y, hasta el tercer sitio, celulares.

Para esta ocasión, en su búsqueda de gadgets, encontraron que en Plaza Meave, en el centro de la ciudad de México, pueden adquirir tabletas de marcas no reconocidas a 650 pesos, con siete juegos gratis.

Las consolas de Xbox cuestan de 4 mil pesos hacia arriba y los videojuegos entre 400 y 700 pesos. Los más demandados para pequeños hasta de 10 años son El chavo del 8 y Juego de Tronos, pero los juegos que solicitan en las cartas a veces son los más violentos.

Según el estudio La generación interactiva de Iberoamérica 2010, de Fundación Telefónica, al preguntarles si sus padres los dejarían jugar si supieran de qué tratan sus videojuegos, 33 por ciento de los niños mexicanos de 10 años o menos respondió que sólo con algunos, 39 por ciento de las niñas respondió lo mismo y 15 por ciento de ellas dijo que casi con ninguno.

Para Nashiely Ramírez el problema no es la tecnología, sino que no exista supervisión adulta. Los niños que crecen en solitario, con calles inseguras y con ofertas culturales limitadas, han perdido la parte de los juegos colaborativos.

Los Reyes, preocupados por esa supervisión, buscaron opciones y descubrieron que existen tabletas –como la Superpaquito–, que por 5 mil pesos asegura control parental, o un celular de la misma marca por 3 mil pesos. Los videos, aplicaciones y juegos no pueden descargarse si no es con la autorización de los padres mediante una clave. Además, se programan para que estén encendidos el tiempo que los papás establezcan.

Sin embargo, esos dispositivos no permiten el acceso a redes sociales, lo cual podría ser una verdadera locura para algunos pequeños.

Nashiely Ramírez reflexiona sobre esto: las redes sociales tienen el mismo impacto que tuvo el salir a las calles.

Por eso aconseja a los Reyes Magos: Así como enseñan a los niños a cruzar la avenida, dónde jugar; les muestran conductas de respeto y autocuidado cuando no estén en su casa, es lo que se debe hacer aquí. Al satanizar las redes se desaprovecha el potencial para ayudarlos a manejar riesgos.