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Trevi y Andrade hicieron la cinta homónima, pero no me dieron crédito, asegura

Lo ocurrido con el tema Zapatos viejos es una injusticia hacia mí, dice Óscar Mancilla, el autor
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Óscar Mancilla con Gloria Trevi, en Monterrey, en la colonia El Obispado, donde está el internado en el que se filmó la película Zapatos viejos a comienzos de 1993Foto Cortesía del compositor
 
Periódico La Jornada
Miércoles 31 de diciembre de 2014, p. 8

El próximo primero de enero será el estreno nacional de la película Gloria, que Trevi ha desautorizado como biografía, pero que incrementará su fama de compositora de temas exitosos, cualidad que es negada por Óscar Mancilla Segura, autor de más de mil 200 canciones, entre ellas Zapatos viejos, de la que se hizo una película que dejó mucho dinero, pero con beneficio económico nulo para él.

En entrevista, el compositor agregó que lo redituado ha ido a parar a los bolsillos de Gloria Trevy y de Sergio Andrade.

A Mancilla la mirada de una niña en una fila de algún banco le puede dar el tema, o un perro callejero inspirarle un blues.

En el caso de Zapatos viejos, Mancilla recordó su génesis: una imagen suya en un internado. Era muy pobre; hasta la fecha siente repulsión por el atole con natas que cada mañana le daban de desayuno con un bolillo duro. La comida, igual, incluso los frijoles tenían gorgojos. La ropa siempre dejaba pasar el frío.

Internado o en la cárcel

“Era una noche con demasiada lluvia. Era un niño de 3 años y me abrazaba a los pilares del internado; pataleaba y lloraba desesperadamente para que las monjas no me arrancaran de los brazos de mi madre. A mi padre lo habían matado y ella no podía ocuparse de sus seis hijos. El internado se llamaba Asociación Femenil a Favor del Niño. Prácticamente era un orfanatorio coordinado por las Monjas del Sagrado Corazón, en avenida San Jerónimo, por Periférico Sur, en la ciudad de México, en los años 60.

Ese es el recuerdo más antiguo que tengo de mi vida. El internado u orfanatorio era una cárcel en la que recibíamos sólo una vez al mes a nuestros familiares. Nos rapaban y uniformaban; al menor pretexto nos golpeaban con varas de membrillo; nos daban coscorrones o pellizcos. En casos más graves nos pegaban con un cinturón de cuero mojado. Me volví aislado y solitario. Así empecé a componer mis primeras canciones; se las cantaba a mi abuelita, Dolores, cuando iba a visitarme.

Se fue generando un instinto de supervivencia: la defensa a golpes, no dejarse humillar ni de los más grandes de tamaño. No toleraba injusticias ni burlas.

De ahí nació Zapatos viejos, de sus zapatos lustrosos y con hambre, abiertos del frente, con la costura rota, en aparente mueca o risa burlona.

Ese pasaje lo redactó en dos cuartillas, a mano, en 1987, a solicitud de Andrade, quien en ese entonces tenía una academia de música en la colonia Prado Churubusco. Ahí, Mancilla estudiaba canto, guitarra, solfeo y técnica de composición. “El ya conocía Zapatos viejos, que era muy popular entre mis compañeros de clase. Cuando escuchó esa canción, dijo: ‘¡Es un éxito! Ya no la toques. ¡Guárdala!’ No le hice caso. La llegué a tocar y grabar con mi grupo Perseo en lugares como Rockotitlán y Rock Stock a finales de la década de 1970. Años después, esa historia se volvería la base para el guión que escribieron Andrade y Trevi para la película homónima. Se incluyó otra canción mía: Acostada a media calle. Cuando llegó el estreno me di cuenta de que esa era mi historia, pero no me dieron crédito de nada, a pesar de que estuve en Monterrey durante la filmación. Habían tomado mi biografía, mis canciones, pero yo no existía en ninguno de los créditos. Tan sólo se mencionaba: ‘Musicalización: Sergio Andrade’.”

Han pasado los años y lamenta que no le crean que él es el autor de Zapatos viejos. “La historia de esa película es mi historia en ese internado. Al no aparecer en los créditos, obviamente mis regalías siempre ha sido mínimas. Son de risa y tengo los comprobantes. Si alguno de mis amigos sube, por ejemplo, a YouTube esa canción o Sobredosis, Fue ese tequila, La pasabas bien conmigo o Acostada a media calle, todas mías, mencionando que yo las compuse, aparecen inmediatamente hordas de fanáticos cibernautas atacando el hecho de que se mencione que soy el autor, y aparecen días y meses después videos hechos por ellos.

“Según periódicos de la época, Zapatos viejos fue la película más taquillera de los años 90 y, de conformidad con Wikipedia, recaudó 17 millones de dólares sólo en México y 22 millones de dólares a escala mundial. Mejor las compañías grabadoras, cinematográficas, casas editoras y empresas de Internet se han enriquecido con mi canción.

“Gloria Trevi me ha grabado cinco canciones. Del disco Me siento tan sola, en el que el éxito en México fue Zapatos viejos, yo compuse 33 por ciento de los temas. Hasta donde sé, es el disco más vendido de Trevi y también la película más vista. Sin embargo, recibí regalías mínimas, en 1993, de dos canciones de ese disco: Fue ese tequila y Sobredosis, que firmé con Excis SA de CV, que dirigía Andrade. De 1994 a la fecha no he recibido regalías. Al salir de la cárcel, Sergio vendió los derechos de esos dos temas a Universal, sin haberme consultado ni pagado lo que me corresponde por la Ley Federal de los Derechos de Autor. Universal tampoco me ha pagado. Ya han pasado 20 años.”

Agrega: “Hoy por hoy, en pleno 2014, el equipo de Trevi ha decidido desterrar Zapatos viejos de su repertorio y de su historia. El pasado mayo se grabó un disco en vivo en el Auditorio Nacional y mi canción fue interpretada por Trevi, pero fue excluida del disco.

“Por estos días se lanzará la película Gloria y en todos los tráileres o comerciales de noviembre y diciembre y en más de media película se utiliza la imagen de Zapatos viejos, pero no la canción. No sé si esté consciente de todo lo que está pasando. Lo que sí sé es que ese tema es una historia de injusticia hacia mí, un compositor mexicano. Ahora que saldrá la cinta quiero decir que sólo hay una verdad. Si ella tiene derecho de réplica, yo también.”