Opinión
Ver día anteriorDomingo 23 de noviembre de 2014Ver día siguienteEdiciones anteriores
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La industria petrolera, en medio del caos económico y político
L

a política oficial de entrega es múltiple. Se ve en diferentes ángulos.

Se ve ampliamente en los asesinatos individuales y masivos desde arriba, en los encarcelamientos que incluyen tratamientos especiales a dirigentes sociales, y los preparativos para una entrega del petróleo y de la industria eléctrica en una escala muy superior a la que ya hemos vivido.

El problema también se ve en la estructura, por ejemplo, de Pemex. Se le ha dado una estructura primitiva y colonial, no industrial y moderna. Según el propio Pemex, sólo 15 por ciento de su presupuesto se destina a procesos industriales, y el otro 85 por ciento va para la extracción y proceso del petróleo y el gas. La industria petrolera y petroquímica se ha estado cerrando, o entregando a la empresa privada, y no cualquiera sino la de los cuates generosos.

La entrega a trasnacionales de zonas petroleras, y ahora también de la exploración de las mismas, y hasta de planeación, ya se dio, como en Burgos y en Chicontepec. Y nos mostraron su habilidad para rebajar sostenidamente la producción del petróleo y del gas.

Muchos políticos oficiales están viendo cómo salir del problema que se ha generado, con críticas provenientes no sólo de todos los sectores del país, sino de otros países y de organismos internacionales.

Claro, los de Pemex siguen preparando sus procesos de entrega. Con quienes quieren quedar bien no es tanto con los organismos internacionales sino sobre todo con las trasnacionales.

La baja de producción de crudo en México no es sólo por plazos largos, como hemos visto, sino por meses y años. De una producción de 2 millones 540 mil barriles diarios en octubre de 2013, baja a 2 millones 364 mil en octubre de 2014, caída de 176 mil barriles diarios, o sea, de 7 por ciento en un año.

La producción de gas natural no asociado en el norte, básicamente Burgos y Veracruz, de empresas privadas y sobre todo extranjeras, ha caído de 2007 a 2014 en 36 por ciento, y los yacimientos asociados de la región marina suroeste, de Pemex, subieron de 2005 a 2014 en 38 por ciento.

El precio del crudo ya anda casi en 70 dólares, cuando hace unos meses estaba arriba de 100 dólares. La bajada combinada del precio del crudo y de su producción ya es del orden de 40 por ciento.

¿Y los discursos que ha habido sobre el aumento de producción que va a haber? Bien, gracias.

Se publica que México ocupa el tercer lugar mundial en caída de la producción.

Y, claro, la baja en el precio internacional del crudo empeora más los ingresos. Y, claro, siguen subiendo los precios de la gasolina y demás, pese a las promesas de hace unos meses.

Los funcionarios buscan que los concursos y demás procesos sean muy atractivos para las trasnacionales. Ya se ha visto en casos anteriores. Se les han retirado de los concursos más empresas que las que siguieron participando. Pero eso sólo muestra que ellos ya tenían de antemano favoritos, o un favorito.

Más de 200 concursos se mencionan oficialmente. Ya parece que quieren vender todo el país. Pero si la situación es de rechazo por los asesinatos, por la represión, por el encarcelamiento de dirigentes sociales y políticos, etcétera, ¿qué se puede esperar del actual se vende o se renta de las mayores riquezas del país?

En los casos de asociación, mandarán, en la obra y en la ejecución, como ya sucede en Burgos, Chicontepec, etcétera, la trasnacional o las trasnacionales. Y la producción seguirá en bajada, como sucede hasta en los últimos meses. Insisto en que algunas de las mayores bajas actuales de producción son de las trasnacionales, que no nos vengan con cuentos de que éstas van a levantar la producción. Lo que quieren levantar son sus ganancias.

Así como nos solidarizamos con los muy importantes movimientos contra los asesinatos, contra los encarcelamientos políticos, contra la política represiva y entreguista, consideramos que debe haber unidad en la defensa de nuestros recursos naturales, de nuestras industrias eléctrica y petrolera, de nuestra independencia nacional.

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