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La exposición implicó la investigación y curaduría de Marco Arce; se expone en el MACG

Argos panoptes hace un recorrido por la influencia del helenismo en México

Incluye piezas de otros 33 artistas, como Rodin, Rivera, Orozco, Picasso, Gabriel y Francis Alÿs

 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de octubre de 2014, p. a10

Argos panoptes, montada en el Museo de Arte Carrillo Gil, es mucho más que una exposición de Marco Arce (Distrito Federal, 1968), porque el pintor funge como investigador y curador del proyecto que tiene como propósito mostrar la influencia del helenismo en México desde los tiempos de la Academia de San Carlos.

En la medida en que nuestro gran helenista es Alfonso Reyes, la muestra se pensó en torno al ensayista regiomontano y en particular su obra de teatro Ifigenia cruel (1924), cuyos manuscritos originales se incluyen, al igual que los cinco grabados que Juan Soriano realizó para la primera edición. De allí se empiezan a desprender los temas, los dioses, los mitos griegos y las repercusiones que se van a manejar en el arte moderno y contemporáneo.

Aparte de la obra de Arce se incluye la de 33 artistas más, como del Taller de Rubens, Auguste Rodin, Diego Rivera, José Clemente Orozco, Pablo Picasso, Federico Cantú, hasta Gabriel Orozco, Germán Venegas y Francis Alÿs.

Obras de 19 acervos

Para la curaduría de Argos panoptes se contó con más de 19 acervos, entre los que destaca el del fotógrafo italiano Domenico Anderson (1854-1914), depositado en la Academia de San Carlos, perteneciente a la Facultad de Artes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y se exhibe por vez primera en México.

Se trata del primer acervo fotográfico que reúne desde arte egipcio hasta Velázquez, digamos. De las 10 mil imágenes depositadas en la UNAM se exhiben 50, como un busto de Sócrates, las figuras de Diana Efesina y de Minera Parthenos.

También Arce hace hincapié en los grabados del monje benedictino Bernard de Montfaucon (1665-1741), quien hizo el primer recuento de la información del arte griego que había en Europa, mismo que reunió en 10 tomos y fue la primera enciclopedia de arte en el mundo. Hasta el momento el artista sólo ha encontrado un ejemplar en México. Anota que las personas que hicieron los grabados nunca vieron escultura alguna, sino que copiaban otros grabados, lo que les da una calidad rara.

Sobre su incursión en el tema, Arce asegura que fue por accidente. Leía a Claude Lévi-Strauss, fundador de la antropología estructural, y trataba de ver cómo lo podía traducir a la pintura. “Por una cuestión personal, tenía una serie de problemas y dije, me siento como Laocoonte. Pinté el cuadro, al que le fue súper bien. Entonces, dije, no puedo usar estas imágenes si no las estudio al pie de la letra.

Pude encontrar la conexión de los alumnos de Levi-Strauss, que retoman el estructuralismo, para entender la cultura griega. A partir de su lectura es que puedo empezar a hacer bocetos de cómo se podrían entender estos documentos. A partir de su lectura empiezo a entenderlos y me doy cuenta de que hay un montón de grabados, fotografías y esculturas que se están perdiendo.

Rescate

Basta recordar los vaciados de yeso utilizados en la Academia de San Carlos para las clases de dibujo que, con la llegada de la modernidad, fueron enviados a una bodega que en algún momento se iba a tirar con las piezas adentro, que se llevarían como cascajo. Arce se refiere a una escultura de Felipe Sojo que, junto con otros vaciados, estaba destinada a la destrucción.

Gracias a que Salvador Moreno investigaba sobre el escultor catalán Manuel Vilar, maestro de Sojo, se dieron cuenta de que las esculturas de éste último estaban a punto de irse a la basura. Una de las premisas de esta exposición es poner a dialogar las obras del pasado con piezas contemporáneas de un Gabriel Orozco o Francis Alÿs, apunta Arce.

Para los propósitos de la muestra, el Museo Nacional de San Carlos prestó el gran óleo Artemisa/Diana, cacería del venado, acreditado al Taller de Rubens que dialoga con una obra de Germán Venegas, así como la obra de generaciones muy jóvenes que de repente retoman ritos griegos para hablar de problemas sociales o personales. Entonces, hay que ver cuáles son los mitos que nos sirven de base para comunicarnos. Tenemos que rentendernos en estos espejos, asegura Arce.

Argos panoptes tiene permanencia hasta el 18 de enero de 2015 en el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG), avenida Revolución 1608, San Ángel.