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Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega
Cabriolas
Carlos Martín Briceño
El defensor del ruido
Paula Mónaco Felipe entrevista
con Mario Lavista
Dos filmes sobre el
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Marco Antonio Campos
Adolfo Bioy Casares
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Harold Alvarado Tenorio
Las edades narrativas
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Columnas:
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Felipe Garrido
Oscuridad
Debe haberse ido la luz, pensó mientras se levantaba del sillón y se esforzaba por ver esa ciudad que tan bien conocía. Pero la noche estaba rabiosamente oscura. Nada alcanzaba a distinguir. No había luna ni estrellas ni el vago resplandor que siempre cobija las ciudades. Las farolas estaban apagadas. Imaginaba las siluetas de los edificios allí donde sabía que estaban, pero en realidad no las veía. No había ninguna ventana iluminada. Creyó escuchar un camión, un automóvil, pero si acaso habían pasado lo habían hecho sin luces. A tientas, arrastrando los pies, con los ojos inútil y desesperadamente abiertos, llegó a la ventana. Sintió que algo lo esperaba allá afuera. Algo que no alcanzaba a precisar. Apoyó la mano en el marco. Creyó que, tal vez si deslizaba hacia un lado la hoja de cristal, podría ver algo. Apenas hubo una rendija sintió como entraba, más oscura que la más oscura noche, incontenible, la oscuridad total. Entonces comprendió. |