Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 7 de septiembre de 2014 Num: 1018

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Los alegres y sonrientes
Manuel Martínez Morales

José Juan Tablada: las palabras del cómplice
Teresa del Conde

Juventino anda
Sobre las olas

Leandro Arellano

La caída del Muro
de Berlín: el fin
de la dualidad

Xabier F. Coronado

Berlín 25 años después: sinfonía de una metrópoli
Esther Andradi

¿Hablar o no
hablar inglés?

Edith Villanueva Siles

Columnas:
Perfiles
Gustavo Ogarrio
Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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La Jornada Semanal

 

Alonso Arreola
Twitter: @LabAlonso

Susana San Juan y Dramatomía,
nueva numismática sonora

Susana San Juan. Ya de entrada, cualquier grupo que se llame Susana San Juan tiene nuestra simpatía. ¿Por qué? ¿Recuerda nuestra lectora, lector, al maravilloso personaje de Juan Rulfo en Pedro Páramo? En fin. Cara de la moneda que presentamos hoy, nos gusta por su simpleza, por su inteligente grosería. Sí, no oculta las influencias de españoles como Bunbury o sudamericanos como Velandia; sí, utiliza rampantes clichés de músicas caribeñas y folclóricas; sí, de pronto se queda corta en los alcances que podrían tener sus arreglos. Sin embargo, sonreímos escuchándola porque sus armonías y melodías (es un power trío con todas las de la ley) reflejan algo fundamental en un proyecto joven: se saben, se gustan, se entienden a sí mismos como seres de un tiempo y espacio sobre los cuales cantar, gritar con inteligencia: “Yo puedo ser siempre peor, pero no culpo a nadie de la mierda que soy”, dicen en “¿Cómo te atreves?”

Pero tampoco renuncian al humor: “Aparte de ser cruel y un poco tarada, nada de bueno tiene tu corazón”, señalan con sarcasmo en “Mi persona favorita”. Ello no les impide, claro, levantar la voz frente a mecanismos sociales atrofiados, como en "Los agachados”, donde responden a la tentación del poder: “¿Y a cambio de qué: de ser siempre un agachado temeroso y apocado,/ de decir que sí a todo,/ de negar que estoy cansado,/ de brindarle al poderoso mi futuro y mi pasado?”

Así las cosas, pese a lo que falta madurar y pulir (sobre todo en sus baladas), Susana San Juan nos entusiasma. En sus integrantes (Flip, Bastian y V) encontramos una rara rebeldía que podría llevarlos lejos. Se notan incómodos, ajenos a lo que llaman el agrad-arte. Esperamos que cumplan promesa y crezcan. Su estadía en nuestra escena sería buena. Aún no tienen disco pero sí presentaciones como la del próximo 13 de septiembre en el Club Atlántico del DF.

Dramatomía. Siguiendo con los buenos nombres, el otro lado de esta moneda dominical es del dúo Dramatomía. Con pocos meses de existencia han conseguido lo que para muchos ha sido un sueño inalcanzable: tener un disco en tiendas; un ep homónimo respaldado por el videoclip The Beauty Of Mess (disponible en la red). Aunque sus integrantes no suman muchas horas de vuelo sobre el tinglado, sí poseen página y cuentas en Facebook, Twitter y Soundcloud. Son Bruno Moya y Sebastián Rojas, dos jóvenes que manipulan con inteligencia las herramientas de su tiempo para una suerte de “generación espontánea” que en muchos debutantes parecería peligrosa pero que en su caso aplaudimos. La razón: muestran mucho talento. De ahí que hoy los señalemos involucrándonos en su vanidad y, de paso, en el endurecimiento de la piel.

Cantan mayormente en inglés. De las cinco piezas de su álbum, sólo “El sistema” es en español. Es ésa la composición más débil, no sólo por su interpretación vocal sino por salir del horno antes de tiempo. No se integra al resto de la propuesta. Luis Ernesto Martínez Novelo, gran músico e ingeniero responsable de la masterización de Dramatomía, no está de acuerdo con nosotros. A él le gustan todas las canciones y cree en su buen destino a largo plazo. Así nos lo dijo cuando platicamos sobre este trabajo. En general estuvimos de acuerdo.

El resto del disco guarda aspectos encomiables. Perfectamente producido, es un conjunto de composiciones contundentes, breves, diáfanas en el origen que las anima (reconocemos el óxido de Jack White, el desenfado de Franz Ferdinand, el “anticanto” de Lou Reed, guiños a los Stones). Ello se agradece en estos días de especulación y originalidad forzada. Digamos que en Dramatomía saboreamos esa intuición clásica difícil de lograr en combos tan jóvenes y que buena falta le hace a quienes toman la guitarra para compartir una tradición.

Es cierto que líricamente hablando les gusta meterlo todo en la mezcladora de la soledad, la oscuridad y el dolor. Ello los hará vulnerables ante quienes critican la ingenuidad, pero creemos que vencerán a base de las imágenes potentes y el buen sonido que ostentan: “I got one big butcher knife and a past of good intentions, with my anger I could take down any nation”, dicen en “Dark, Dark”. O qué tal: “The black of the blackest black of the night”, en “The Crack Of My Bone”.

Con preocupaciones antípodas, Susana San Juan y Dramatomía son dos buenos ejemplos de las monedas que giran en el aire de Ciudad de México. Ambos valen y se dan equilibrio. Ojalá resistan el viaje de mano en mano, sin depreciarse al presentarse en vivo. Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos.