Javier Kalimán Guzmán sí era el hombre increíble, en opinión del técnico Enrique Meza, quien ayer fue a despedir al que fuera su compañero de equipo en la legendaria Máquina de Cruz Azul de la década de los años 70.

El Kalimán Guzmán, quien falleció el pasado jueves a los 69 años por complicaciones derivadas de diabetes, fue velado ayer en el Panteón Francés de la ciudad de México, adonde acudieron ex jugadores de los Cementeros como el Ojitos Meza, Héctor Pulido, Rodolfo Montoya y Marco Antonio Trejo.

Sobre el féretro se colocó una bandera del Cruz Azul y atrás una fotografía del Kalimán en su época como jugador activo de un equipo que marcó época en el futbol mexicano. El originario de El Higo, Veracruz, fue pentacampeón con el cuadro celeste.

“Sí, era una leyenda, así como lo dice la revista aquella de Kalimán, el Hombre Increíble (un cómic muy famoso en los tiempos en que Guzmán jugó como defensa central). Ya se fue, pero deja un enorme legado.

Siempre fue muy alegre, dicharachero, nos tenía siempre contentos con su manera de ser, recordó el actual entrenador del Pachuca, quien fue el primero en llegar al velorio de mi amigo.

Meza destacó, además de las cualidades futbolísticas del veracruzano, su forma de ser fuera de la cancha.

Era un tipo peculiar y pintoresco al imitar a Elvis Presley, bailaba y cantaba y hacía cualquier cosa para causar alegría y es por eso que lo recordamos. La relación que tuve con él fue estrecha y siempre que nos llamábamos era muy positivo en todo. Su alegría nos contagiaba a todos, recordó, y lo que dijo no cambió a pesar de su enfermedad y de cuando le tuvieron que cortar la pierna derecha.

Los restos de Guzmán serán cremados este sábadoFoto Cruz Azul

Aunque vivió sus últimos días en un estado delicado de salud, era un ser humano intachable y alegre. Dios quiso llevárselo y ahora está mejor, porque no la pasó bien en este último tiempo, recordó Meza.

En el terreno de juego, agregó el ex portero, su legado fue grande, ya que fue campeón y mundialista, un gran profesional. Anotó muchos goles a pesar de ser defensa.

El director deportivo de Cruz Azul, Agustín Manzo, calificó a Guzmán como un hombre extraordinario, gran jugador, muy bromista y queridísimo por la institución. Fue un ícono e hizo historia con el equipo.

Informó que pedirán un minuto de silencio antes del partido de este sábado en Monterrey y planean un homenaje para el duelo de la fecha seis, cuando en el estadio Azul los Cementeros recibirán al Querétaro.

Por su parte, el timonel celeste Luis Fernando Tena destacó que “aun enfermo, Kalimán transmitía la alegría que siempre tuvo por vivir, era muy positivo en todas las cosas, en cualquier circunstancia estaba contento”.

Señaló que tratarán de conseguir la victoria ante los Rayados para dedicársela al ex zaguero central que, junto con el chileno Alberto Quintano, Ignacio Flores y Javier Sánchez Galindo, formó una de las mejores defensas en la historia del balompié nacional.

Merece eso y mucho más. Siempre lo recordaremos con gusto y alegría, porque fue muy positivo, puntualizó el Flaco.

Al velorio también se presentaron algunos aficionados con fotos y camisetas del Kalimán, cuyo cuerpo será cremado este sábado.