jornada
letraese

Número 217
Jueves 6 de Agosto
de 2014



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate


Educación sexual:

una deuda histórica

En 1934, 17 años después de la promulgación de la Constitución de 1917, por primera vez se proponía una reforma educativa a nivel nacional que garantizara la laicidad de la educación básica. Una de las necesidades era hablar de temas como la reproducción humana debido al incremento de cifras de embarazos en la juventud de la época. La propuesta fue rechazada a causa de la presión de grupos católicos. A 80 años de dichos acontecimientos, la función social de la educación sexual todavía no ha logrado su objetivo.

Leonardo Bastida Aguilar

“La escuela debe dar, a su hora y en la justa medida, ni antes ni después, una noción científica de cómo nacen y se reproducen los seres vivos”, afirmaba en 1934 el entonces secretario de Educación Pública de México, Narciso Bassols, quien desde su nombramiento en octubre de 1932, planteó la necesidad de renovar la educación nacional para asentarla sobre bases verdaderamente científicas.

Para el jurista de profesión y docente e investigador por vocación, “la escuela primaria debe proporcionar al niño un concepto completo del mundo y de la vida. Está obligada… a satisfacer todas las inquietudes que el ansia del conocimiento del niño suscita en su espíritu”.
Como parte de su reforma, el oriundo del Estado de México consideraba necesario erradicar de las mentes de las nuevas generaciones “el tabú de la reproducción”, ya que lo consideraba “un refugio de las supersticiones más primitivas”.

El único camino para lograrlo, proponía, era mediante la escuela, la cual, “mientras no llegue a vencer dichas supersticiones no habrá logrado eficazmente construir en la mente de las generaciones nuevas una noción racional, verdadera, y por lo tanto sana y moral de la vida”.
El problema no sólo era en las escuelas, pues afirmaba que incluso en lugares como la Escuela Normal aún persistía “desorientación sobre el problema sexual”.

El sustento de las ideas de Bassols estaba en sus recorridos por distintas partes de la república para conocer la realidad educativa y social del país. Además, fue un gran defensor del laicismo en las escuelas, pues consideraba que en el ámbito educativo no podía permitirse que las respuestas de los docentes a los problemas sociales y económicos tuvieran un origen religioso.

Una de sus metas fue garantizar que en la educación primaria se prohibiera de forma absoluta la enseñanza de carácter religioso y reguló que la educación secundaria, en ese momento no obligatoria, no se impartiera en escuelas particulares que no respetaran la laicidad del Estado.

Estas medidas redondeaban las impulsadas por Plutarco Elías Calles en 1926 cuando obligó a todas las escuelas primarias particulares a afiliarse a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para garantizar la laicidad de la educación y evitar que sacerdotes impartieran las lecciones.
También respondía al contexto internacional. En 1930 se celebró el Congreso Panamericano del Niño en Lima, Perú, y de dicha reunión derivó una recomendación para implementar un programa de educación sexual en los países de la región donde no hubiera.

Además, la Sociedad Eugenésica Mexicana había presentado un estudio ante la SEP que mostraba la alta frecuencia de embarazos e infecciones de transmisión sexual, en aquel entonces denominadas venéreas, en los adolescentes mexicanos.

La medida se sumó en 1934 al plan de educación socialista, el cual enfatizaba más el laicismo de la educación, situación que complicó la recepción del proyecto por parte de algunos sectores de la sociedad.

Inocencia robada
La Unión Nacional de Padres de Familia, conjunto de asociaciones de padres creada en 1917 como respuesta a la laicidad asentada en la Constitución y la cual se pronunciaba a favor de la defensa de los valores y la familia, protestó ante la iniciativa de Bassols y se asoció con algunos líderes del Consejo de Educación Primaria, quienes estaban en desacuerdo con la supresión de algunas plazas y la transferencia de algunos maestros desplazados, impulsadas por el entonces secretario.

Además del envío de mensajes y editoriales en contra del proyecto en periódicos afines a su ideología, en 1933, durante las sesiones de la comisión de estudio del proyecto, decidieron retirarse de las mismas con el argumento de que dicha comisión era de corte oficial y, por tanto, no era neutral.

También entregaron cartas con miles de firmas en contra de la propuesta. Al paso del tiempo y tras el anuncio de la implementación de un plan socialista de educación, la Unión decidió, tras una larga sesión en el cine Díaz de León, no enviar a sus hijos a la escuela si se aprobaba la impartición de educación sexual y comenzaron a conformar comités de huelga, pues consideraban que este tipo de educación, “robaría su inocencia a los niños”.

A pesar de que Bassols criticó la postura y señaló a los detractores que la falta de educación sexual era un retroceso para las nuevas generaciones, alrededor de 40 escuelas de la Ciudad de México entraron en huelga con el apoyo de los directores. Días después, en mayo de 1934, el secretario de Educación presentó su renuncia ante la creciente presión.

Resurgimiento del tema
El tema permaneció en silencio hasta 1973, cuando por decreto de Luis Echeverría se incluyó, por primera vez, producto de la elaboración de la Ley Federal de Educación, el tema de educación sexual en los libros de texto gratuitos con el objetivo de prevenir los embarazos entre adolescentes y frenar los altos índices de crecimiento demográfico en el país.

Como parte de este proceso, se realizó una consulta nacional entre maestros para la elaboración de propuestas y se determinó la incorporación del tema de educación sexual a la materia de Ciencias Naturales. El contenido incluía cambios físicos en la transformación de niñas a mujeres y de niños a hombres; anatomía y fisiología de los aparatos reproductores; el papel que juegan óvulo y espermatozoide en la fecundación; el proceso de gestación del ser humano y la descripción del nacimiento.

Las reacciones no se hicieron esperar e integrantes de la Unión enviaron una carta al entonces secretario, Víctor Bravo Ahuja, para exigirle el cese de la producción de libros, con el argumento de que la información sobre sexualidad debe darse en el seno de la familia.

Para acrecentar la protesta, en plazas públicas de Monterrey, San Luis Potosí y Aguascalientes se organizaron quemas de libros de texto, situación que llevó a lanzar una segunda edición en donde los esquemas anatómicos aparecieran con traje de baño.

Fin de siglo
Nuevos retos como la aparición del virus de inmunodeficiencia humana (VIH)propiciaron que una de las reformas en materia de educación impulsadas por Carlos Salinas de Gortari fuera la inclusión del tema del sida en el libro de Ciencias Naturales de 6º año de primaria, aunque los otros contenidos de educación sexual no se modificaron.

En 1992, el mismo Salinas propuso y aprobó la reforma integral de los libros de texto gratuitos. Para 1998, el libro de Ciencias Naturales de 5° grado incluía aspectos de educación sexual para que los menores pudieran “adquirir elementos sobre su desarrollo biológico”.

Una vez más se suscitaron reacciones. El presidente de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares, Salvador Valle, señaló que había vacíos como la insistencia en el respeto a la vida, la escasez de promoción de valores morales y la exclusión de la participación de los padres de familia en las actividades propuestas en los libros.

Un año más tarde, se editó el libro de texto de Ciencias Naturales y Desarrollo Humano para 6° grado, cuyo contenido hablaba de métodos anticonceptivos. El grupo Pro Vida, encabezado por Jorge Serrano Limón, indicó que esta medida llevaba “una mentalidad anticonceptiva, de ver al hijo como una amenaza” y que dicho programa educativo no inculcaba “el autodominio pleno de las personas”.

Prevenir con educación
Pasaron 10 años para que el tema volviera a ser puesto en la agenda pública. Con motivo de la XVII Conferencia Internacional de Sida, celebrada en la Ciudad de México, el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón promovió la Primera Reunión de Ministros de Salud y Educación, cuyo objetivo era detener el VIH/sida en Latinoamérica y El Caribe en el año 2015. Esto se lograría mediante la impartición de educación sexual integral en las escuelas de la región, lo cual quedó asentado en la Declaración Ministerial “Prevenir con educación”.

Días más tarde, el entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, anunció la publicación del libro Tu futuro en libertad para el ciclo escolar 2008-2009. El texto abordaba el tema del sida desde una perspectiva humanista y se explicaba a niños y adolescentes, así como a docentes de todos los niveles educativos y padres de familia, las formas de transmisión y las maneras de prevenir la infección.

Además contenía temas como el uso del condón, las relaciones sexuales protegidas, el placer y las diferentes formas de amar, la violencia de género, la anticoncepción de emergencia, el aborto y la diversidad sexual, vistos desde la mirada de una sexualidad integral conforme a lo estipulado en la Declaración Ministerial.

Estos libros no pudieron ser distribuidos en las escuelas del Distrito Federal debido a que esta atribución, señaló la entonces secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, sólo correspondía a la SEP. Incluso, amenazó con que el docente que repartiera los libros sería sancionado.

En respuesta, el gobierno de Guanajuato mandó publicar un libro de biología de 1º de secundaria basado en conceptos como el matrimonio, la abstinencia y la virginidad, a fin de formar “personas íntegras”. Al poco tiempo, los libros fueron retirados de las escuelas.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, hasta 2014 sólo se había avanzado 68 por ciento en la meta de educación sexual planteada en la Declaración.

Así, esta búsqueda constante de impartición de educación sexual, iniciada en 1908 por médicos del Servicio Higiénico Escolar, quienes de manera informal compartían sus conocimientos para prevenir problemas de salud como las infecciones sexuales y la mortalidad materna, no se ha fraguado a más de 100 años y se refleja en cifras como que 27.6 por ciento de los embarazos en México son de adolescentes, y de ellos, al menos 50 por ciento no son deseados.


Fuentes consultadas:

Bassols, Narciso. Obra Completa

Del Castillo, Alberto. La polémica en torno a la educación sexual

Rodríguez, Gabriela. “Educación sexual y políticas de población”, Demos

Ruíz Cruz, Juana. Controversias generadas por los contenidos de Educación sexual en las Reformas curriculares de Educación primaria


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