Coacalco, Méx., 17 de julio.

El presidente municipal, David Sánchez Isidoro, anunció que gestionará ante el gobierno estatal apoyos para 7 mil 500 conductores cuyas unidades tienen más de 15 años de antigüedad, a fin de que adquieran convertidores catalíticos y puedan circular los sábados, siempre que demuestren que se dedican al comercio, giro para el cual es imprescindible usar vehículos esos días.

El edil informó que en Coacalco hay registrados 30 mil vehículos, 25 por ciento de los cuales (7 mil 500) tienen más de 15 años de antigüedad y sus dueños se beneficiarían con los apoyos anunciados por el gobierno estatal mexiquense, que consisten en la entrega de convertidores catalíticos o la reconversión de sus vehículos de gasolina o diésel a gas natural.

De acuerdo con Sánchez Isidoro, en la demarcación hay 25 plazas comerciales y buena parte de sus pobladores se dedican a la compraventa de diversos productos. Agregó que la administración municipal buscará aplicar acciones para apoyar al comercio y a todas las empresas que requieran automotores para realizar sus actividades.

Estaremos buscando ayuda del gobierno estatal para que en Coacalco se puedan acondicionar muchos vehículos y con ello seguir cumpliendo los reglamentos sin afectar a comerciantes y otros empresarios para que sigan circulando y aportando a la economía, comentó.

Recordó que en Coacalco no se aplicó el programa Hoy no circula durante dos años, a fin de combatir la corrupción policiaca, pero se dio marcha atrás a esta decisión para apegarnos a las instrucciones del gobernador Eruviel Ávila y cumplir con esta normatividad metropolitana.

Afectados por Mexicable rechazan reubicación

Tianguistas de Ecatepec que fueron reubicados por las obras del Mexicable y desde hacía más de 20 años se instalaban en la parte alta de San Andrés de la Cañada se manifestaron este jueves porque el lugar que se les asignó es insalubre, está junto a una barranca y no hay clientela.

Los más de 100 comerciantes que laboraban en la plaza central de San Andrés de la Cañada señalaron que no les notificaron que serían desalojados. El día que llegaron a colocar sus puestos la calle estaba ocupada y cerrada con láminas de acero.

Los comerciantes fueron reubicados en la calle Arroyo. A un lado brotan aguas de drenaje, lo que genera un foco de infección. Además, tienen que ocupar uno de los dos carriles de la calle, lo que ha generado la molestia de los vecinos.