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Inconformes demandan la renuncia del alcalde y del concejal de Sants-Montjüic

Chocan policías y manifestantes que apoyan en Barcelona el centro Can Vies

Luego de horas de movilización, las autoridades reportan al menos siete detenidos

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Según reportes policiacos, luego que integrantes de las fuerzas de seguridad les cerraron el paso, los manifestantes quemaron contenedores y atacaron sucursales bancariasFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 1º de junio de 2014, p. 23

Madrid, 31 de mayo.

Con la consigna de ¡Sí, sí, sí, Can Vies ya está aquí!, decenas de personas con cascos amarillos retiraban los escombros del centro social okupado, que comenzó a ser derrumbado esta semana en esta ciudad por orden del ayuntamiento y cuyo desalojo provocó fuertes protestas. Aunque la manifestación se desarrolló en calma, por la noche del sábado se registraron disturbios entre manifestantes y la policía.

En total, unas 300 personas desfilaron a primera hora de la mañana por las calles del barrio de Sants, donde se ubica el centro, y fueron aplaudidas a su paso por vecinos desde ventanas y balcones en un ambiente pacífico y festivo, muy distinto al de los graves disturbios y enfrentamientos reportados desde el lunes entre inconformes y agentes policiacos.

La movilización, que recorrió el centro de Barcelona, tenía cuatro reivindicaciones específicas: las dimisiones del alcalde de Barcelona y del concejal del distrito de Sants-Montjüic, la liberación de 12 de los 60 jóvenes detenidos por las protestas y mejora en la normativa para el derecho al hogar.

La decisión del ayuntamiento de derribar el centro Can Vies, que organizó actividades culturales y talleres en los últimos 17 años y se convirtió en símbolo de este barrio obrero, encendió de nuevo la mecha del descontento en España en días recientes.

Junto a jóvenes okupas y anarquistas, centenares de obreros de la construcción, residentes en el barrio, se pusieron el traje de faena y comenzaron a reconstruir la parte demolida del centro social.

Además, en medio de los escombros del centro destacaba inerme la excavadora que fue incendiada la noche del martes por los okupas. Algunos niños le colocaron flores.

La imagen de la excavadora ha dolido mucho al barrio y marcó un antes y un después, declaró Lluís Rabell, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona. Si sólo hubieran desalojado sin empezar el derribo sería diferente. En las inmediaciones de Can Vies no se reportó este sábado presencia policial.

Un vocero de la plataforma Can Vies, quien se presentó bajo el seudónimo de Pau Guerra, señaló: No es que el ayuntamiento haya cedido al chantaje, como dicen algunos medios de comunicación, sino que hizo una gestión tan nefasta del asunto y metió tanto la pata, que se dio cuenta de que tenía que corregir su actuación.

La situación se tensó cuando los manifestantes intentaron entrar a las céntricas ramblas de Barcelona, llenas de turistas, tiendas y paseantes.

La policía les cerró el paso y, tras algunos momentos de tensión y de lanzar objetos a los agentes, los inconformes volvieron a quemar contenedores, un vehículo y atacaron sucursales bancarias.

Tras varias horas de protesta, un fuerte dispositivo policial acorraló a los pocos centenares que quedaban. Hasta el cierre de esta edición el balance provisional era de siete arrestados.