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Obra teatral de Myriam Orva, que por segunda ocasión se monta en La Capilla

Heimweh/Estaciones plantea en el escenario los obstáculos de un amor posmoderno

La pasión y el cariño no bastan a una pareja cuyos orígenes y culturas se oponen

Foto
La actriz Paulina Sabugal, en escenaFoto cortesía de la producción
 
Periódico La Jornada
Domingo 1º de junio de 2014, p. 4

Dos seres profundamente enamorados con raíces diametralmente opuestas tienen un sueño en común: vivir juntos. Sin embargo, sus diferencias culturales demuestran que el amor no siempre es suficiente para salvar una relación.

Tal es el entramado en el que profundiza la obra Heimweh/ Estaciones, que por segunda ocasión en el año realiza temporada en el teatro La Capilla, desde el pasado 27 de abril hasta el 15 de junio, con la compañía Colectivo El Arce.

Escrita por la joven dramaturga regiomontana Myriam Orva, esta pieza fue finalista del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo 2011. En ella se aborda el irresoluble problema de unos jóvenes enamorados que deben separarse debido a diferencias de valores, educación y perspectivas de vida.

Fugacidad y superficialidad

El montaje, dirigido por Isael Almanza y protagonizado por los actores Paulina Sabugal y Gonzalo Guzmán, refiere una historia de amor contemporáneo, de ese amor líquido que plantea el sociólogo polaco Zygmunt Bauman como elemento de la posmodernidad.

Este tipo de sentimiento, grosso modo, está determinado por relaciones que carecen de solidez y por una tendencia a ser más fugaces, superficiales y con menor compromiso.

Sobre el escenario, una joven mexicana y un joven europeo que viven en Austria lo apuestan todo por hacer realidad su sueño de estar juntos, pero su relación se torna cada vez más compleja conforme transcurren las estaciones del año a causa de sus diferencias culturales hasta que terminan por romper, no obstante el cariño y la pasión que se profesan.

El paso del tiempo es representado mediante la metáfora de un árbol que cambia sus tonalidades en cada estación, así como las diferentes vestimentas que utiliza la protagonista (Paulina Sabugal) y las variaciones de sus estados emocionales.

La escenografía es austera, sólo unos cuantos muebles, unos huacales de madera y el mencionado árbol; la carga dramática de la puesta está centrada en el desempeño actoral y el diseño de la iluminación.

Myriam Orva escribió Heimweh/ Estaciones entre enero de 2010 y marzo de 2011. Es la tercera de sus obras. Su título proviene de un término en alemán que refiere la nostalgia o la melancolía por el hogar, lo cual condensa el sentido de la pieza.

Empecé a escribir teatro por el deseo de decir algo. Con el tiempo, este deseo se ha convertido en mi medio para sobrellevar la realidad: el mundo es maravilloso, la vida; pero nosotros lo retorcemos, complicamos todo, apunta la creadora escénica.

Escribir teatro, agrega, es una manera mediante la que busca entender y desentrañar esa maraña llamada ser humano, y hace suyas las palabras de Clarice Lispector en el sentido de que escribir es una maldición que salva, y yo, seguiré intentando salvarme, mediante las palabras, mediante el teatro.

Las funciones de Heimweh/ Estaciones son los domingos a las 18 horas en el teatro La Capilla (Madrid 13, colonia del Carmen, Coyoacán), hasta el 15 de junio.