En la novela corta Un sueño de Bernardo Reyes (Alfaguara), de Ignacio Solares, especie de biografía del general y hombre fuerte del porfiriato, la imaginación va aliada con el hecho histórico, comentó Vicente Quirarte en la presentación del libro –la noche del miércoles– en la Capilla Alfonsina.

A manera de charla entre ambos autores, Solares dijo que como escritor siempre parte de hechos históricos y que el novelista tiene la oportunidad de llenar los huecos que deja la historia. Lo que no se vale es inventar, como lo hizo un autor al escribir que Porfirio Díaz tenía una amante y describir cómo le desabrochaba los botones del vestido.

Eso es terriblemente contrario a la novela histórica, la cual debe basarse en hechos reales y no inventados, dijo Solares. En el caso de la novela corta sobre Bernardo Reyes, al ser una figura muy compleja, uno podría imaginar muchas cosas, pero quise hacer es una novela honesta.

Quirarte expresó que Solares sabe aprovechar las casualidades históricas y calificó a su libro como una novela histórica conjetural. Sin embargo, reprochó el número de citas de historiadores, las cuales no son tan luminosas como el texto literario.

Solares explicó que quiso hacer una novela documental y periodística.

A solicitud de Quirarte, el autor leyó el capítulo quinto Ya no soporto el desorden, como muestra de que ese fragmento se puede considerar un cuento.

La historia no admite el hubiera, pero la literatura sí, como se demuestra en la novela de Solares. Como sugería José Emilio Pacheco, la literatura también escribe la historia, recordó Quiratre.

La poeta Alicia Reyes, directora de la Capilla Alfonsina, agradeció a Solares ese retrato de su bisabuelo Bernardo Reyes.