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Se estrena el viernes; toma lo mejor del documental y de la ficción, precisa Quemada-Diez

La jaula de oro, poema épico que desmorona el sueño americano

La productora Inna Payán indica que desean influir para que la ley migratoria en EU no sea tan dura

México se ha portado como un ojete, tampoco le importan los indocumentados: Solalinde

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El director Diego Quemada-Diez, durante una de las locaciones de la cinta, que ha ganado 45 premios internacionalesFoto Cortesía de la producción
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El director Diego Quemada-Diez (segundo de izquierda a derecha), la productora Inna Payán (al centro) y el padre Alejandro Solalinde (a la derecha) junto con el elenco, anoche en la alfombra roja de la película La jaula de oroFoto Guillermo Sologuren
 
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de mayo de 2014, p. 9

Después de su periplo por festivales internacionales y haber cosechado 45 premios desde el Prix Un Certain Talent, el Gillo Pontecorvo y François Chalais Honorable Mention Prix en Cannes, hasta la mejor opera prima, el premio del público y de la prensa en Morelia, el próximo viernes, con 90 copias, se estrena La jaula de oro, dirigida por Diego Quemada-Diez, bajo la producción de Inna Payán y Luis Salinas, protagonizada por los jóvenes actores Brandon López, Rodolfo Domínguez, Karen Martínez y Carlos Chajón.

En conferencia de prensa, el director, acompañado de los productores y del elenco, dijo: Esta película no es un documental, sino una ficción basada en la realidad, que la recrea desde la autenticidad y la integridad. A partir de los cientos de testimonios de migrantes y de los sentimientos de cada uno de los que participamos en este proceso creativo, construimos la narrativa y la poética de esta odisea. Un viaje para despertar de la ilusión de que la felicidad está en otro lugar, un viaje para reflexionar respecto de las fronteras, un viaje para tomar conciencia de lo que nos separa como seres humanos.

El director agregó: “La hice con la idea de tomar lo mejor de la ficción y lo mejor del documental, la película es también de aventuras, es un western, es un poema épico, es una tragedia clásica donde el héroe emprende una odisea llena de obstáculos y hay un aprendizaje en este viaje que se desmorona cuando llega a su destino. También muestra cómo se desmorona el sueño americano, es un reclamo para decirle a Estados Unidos que Latinoamérica está cansada de los abusos como consecuencia de sus políticas represivas en la frontera, de la criminalización de los inmigrantes y de esta gran hipocresía que existe al respecto por parte del norte y que está creando mucho sufrimiento”.

Problema global

Sobre los testimonios, Quemada-Diez agregó: Muchísimos mexicanos han ayudado a que se cuente esta historia, no sólo de la libertad de expresión, sino de la autocrítica constructiva; de este problema que no sólo es mexicano, sino global, cuando la pasamos en Italia la gente hablaba de los africanos que morían en barcas; cuando la mostramos en República Dominicana hablaban del problema que tienen con Haití; cuando la pasamos en Holanda se habló de los inmigrantes de Marruecos; es un problema global, pero México es uno de los países que más expulsa mano de obra, es una historia que sale de sus entrañas, es un testimonio colectivo de muchísimas personas, no sólo de los inmigrantes anónimos que nos ayudaron a crear la narrativa de los personajes, sino un testimonio colectivo del equipo y de nuestros actores... con la idea de darle voz a los menos favorecidos, a los jóvenes, reflexionar sobre si los estamos apoyando a realizar sus sueños.

Quemada-Diez recordó que “el testimonio de Juan Menéndez López, mexicano, antes de subirse a un tren de carga en movimiento con siete compañeros, se quedó grabado en mi mente: ‘Se aprende mucho en el camino, aquí todos somos hermanos. Todos tenemos la misma necesidad, lo importante es aprender a compartir. Sólo así podemos caminar, sólo así podemos llegar, sólo un pueblo unido puede subsistir. Como seres humanos en ningún lugar del mundo somos ilegales’”.

Tomen conciencia

A su vez, Inna Payán mencionó: Nosotros en el momento en que nos involucramos con el tema, con lo que Diego quería decir respecto de la situación de los inmigrantes en nuestro país, en Centroamérica y Estados Unidos, fue la primera llamada que nos hizo incorporarnos al proyecto. Yo lo que quisiera es que México la viera, tomara conciencia para que tuviéramos un país un poco más comprometido, un poco más feliz, un poco menos violento y que la situación en Estados Unidos se trabajara y que nosotros pudiéramos trabajar con voz y voto para que la ley migratoria en ese país no fuera tan dura.

La productora agregó: Estoy muy agradecida por haber participado en el proyecto, me parece que Diego tenía muy claro lo que quería poner y hacer; gracias a ello logramos todo lo que ha conseguido la película; los niños estuvieron todo el tiempo trabajando con nosotros, muy comprometidos con el proyecto, lo que les hizo tomar más conciencia de la situación.

En la charla con los medios de prensa también estuvo el padre Alejandro Solalinde, quien tiene una aparición en la cinta. Él refirió: “La película se estrena en un momento muy dramático para la migración en general y en especial para la transmigración, porque en este momento, a partir del 16 de abril pasado, a los migrantes ya no les permitieron subir al tren, así que tomaron la decisión de caminar; ese no es el problema, lo verdaderamente lamentable es que en sus lugares de origen, los gobiernos de América Central permiten que sus mejores hijos salgan, que sus jóvenes abandonen su patria; no les importó nada que pasen por un país tan peligroso como México, que se ha portado como un verdadero ojete y al que tampoco le importan los inmigrantes, sólo le importa regresarlos para no molestar a Estados Unidos... entonces nadie se hace responsable de ellos...

Alguien tiene que hacer algo, México debe ser un hermano solidario con los países de América Central... Honduras especialmente es un país que se está desintegrando; llamo a la comunidad internacional para que haga algo.

Solalinde comentó sobre La jaula de oro que este tipo de películas ayudan, favorecen bastante porque sensibilizan, modifican la conciencia. Apenas vi la película y fue para mí muy duro, sufrí porque refleja la realidad dura, la realidad cabrona, así al desnudo de lo que estamos sufriendo. Espero que la película llegue a los corazones de México, de la sociedad, de los gobernantes, que llegue al Estado mexicano, que logre conmover sus sentimientos, su corazón, para que haga algo por los hermanos de Centroamérica.

Noventa copias

La jaula de oro será distribuida por Cinépolis con 90 copias, que se dividirán en Distrito Federal, Guadalajara, Toluca, Monterrey y Cuernavaca. En su intervención, el director de programación de la cadena de cines, Miguel Rivera, dijo: No es como cualquier otra película que gana premios, que se aleja de otras cintas que tocan este mismo tema, pero son más contemplativas. Principalmente es una aventura en la que hay una serie de obstáculos bajo el contexto de la migración. Para Cinépolis es un filme indispensable para que lo vea todo el público mexicano y estamos contando con que tenga gran recepción, por eso trabajamos en una campaña muy importante para su difusión.

Por su parte, Emiliano Pineda, director de Cine Caníbal, refirió: Para nosotros es importante apoyar proyectos que tengan una visión fresca y distinta, que le provoque algo o le impacte en sus puntos a la gente. Decidimos trabajar en conjunto con Cinépolis y los productores para este estreno porque creemos que es importante que la película llegue al mayor público posible.

Alfombra roja

Ayer por la noche se realizó también la alfombra roja de la cinta, por donde desfilaron personalidades de la industria del cine mexicano y el elenco, como el director, Diego Quemada-Diez; los productores de la cinta, Inna Payán, Luis Salinas y Eder Campos, así como los actores Brandon López, Karen Martínez, Carlos Chajón y el padre Alejandro Solalinde.

Poco a poco los invitados comenzaron a surcar la alfombra roja colocada en el complejo Cinépolis de Plaza Carso, asediados por los flashes de fotógrafos y las lentes de camarógrafos.

Se pudo ver entre los invitados a la crítica cinematográfica Fernanda Solórzano, la actriz Gabriela Plata, la locutora Sonia Riquer, la guionista Lucía Carreras, el supervisor musical Herminio Gutiérrez, la actriz Alexandra de la Mora, el director Carlos Moret, la actriz María Rojo, el productor Billi Rovzar, la actriz Elena Torres y Alejandro Ramírez.

También pasaron Claudia Lizaldi, los directores Kizza Terrazas y Natalia Beristáin, el laureado director Amat Escalante, Arcelia Ramírez, Aslyn Derbez, Rodrigo Virago, Leonardo Zimbrón y demás invitados.

La alfombra roja fue conducida por Lucero Solórzano, quien estuvo acompañada por Ramón Ramírez de Cinépolis.