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Pedro de Urdimalas, uno de los personajes del documental Fervor infantilista, de Luis Lupone

“Faltan efigies dedicadas a Pepe el Toro en la capital; es un olvido”

El filme es un registro de 1990 a 2013 de la devoción de sus seguidores al actor y cantante cada 15 de abril, en el Panteón Jardín

Inicia su exhibición el próximo viernes en la Cineteca

 
Periódico La Jornada
Martes 15 de abril de 2014, p. a10

“Una aportación del documental Fervor infantilista es que muestra la importancia del trabajo de Pedro de Urdimalas para la trascendencia de Pedro Infante, lo cual se constituye en un acto de justicia”, expresó en entrevista Luis Lupone, director del documental que iniciará su exhibición en la Cineteca Nacional.

De Urdimalas (1911-1995) fue actor, libretista y compositor mexicano, cuyo nombre verdadero era Jesús Camacho Villaseñor. Escribió argumentos para la pareja de comediantes mexicanos Viruta y Capulina, y para Pedro Infante.

El documental que se exhibirá, explicó Lupone, trata sobre los seguidores de Pedro Infante, que cada 15 de abril, fecha en que murió, cumplen el ritual de conmemorar a su ídolo. El proyecto se inició en 1989. El museógrafo Alfonso Morales Carrillo, director de la revista Luna Córnea, hizo una exposición sobre la historia de la radio en México, en el Museo Nacional de Culturas Populares, y ahí localizó y entrevistó a Pedro de Urdimalas, quien también trabajó con Ismael Rodríguez.

Fue una gran entrevista. Luego, en 1992, vino otra muestra, también de Alfonso Morales, titulada Ciudad de México, asamblea de ciudades, años 20-50, en el Palacio de Bellas Artes. Dentro de la curaduría de la muestra había la intención de incluir al actor que dio vida al célebre personaje Pepe el Toro. Se mostró una fotografía inédita del actor bañándose, en una especie de regadera al aire libre. Esa foto causó gran revuelo y con todos esos elementos empecé a ir al Panteón Jardín para tener un registro. Cada año, desde 1990 acudí a filmar, hasta 2013”.

Implicaciones tecnológicas

Lupone agregó: “A lo largo de la filmación en el Panteón Jardín hubo una situación tecnológica extraña. A finales de los 80 y 90, cuando aún no se daba el auge de los instrumentos digitales de registro, llegar con una cámara ante una comunidad como la de los seguidores de Infante –al que le cantan, le leen poemas, le lloran y le piden milagros, o quieren ser como él– llamaba la atención. Una cámara era centro de atractivo. Se ve cómo la gente se coloca alrededor de quien tiene la cámara, porque quieren dar un testimonio. La mayor parte del material de Fervor infantilista es de esos años.

Cuando comenzó el proceso digital, de 2000 en adelante, la presencia de la cámara provocaba lo contrario, y la gente preguntaba para qué se le quería grabar. Desconfiaban. Cada vez fue más difícil hallar gente que quisiera expresar su fervor.

Lupone está de acuerdo en que la gente le pasa por alto muchas cosas a Pedro Infante: “Es muy fuerte su necesidad de identificación con un ídolo, producto de la radio y el cine, las dos formas de representación más fuertes del siglo XX. Pedro abarca ambos. Murió en la cumbre de todo, como cantante, actor, y su carisma era único. Otros podían tener técnica para cantar, pero no carisma. Muchos de los entrevistados dijeron que Pedro tenía ángel, con el cual se nace. Alguien así es capaz de arrastrar multitudes: Pedro Infante tiene aún millones de seguidores; aún pasan sus películas en la televisión. El mito se construye y no se puede dar sin contribuciones como la de Pedro de Urdimalas, con sus argumentos fuertes, realistas, conmovedores.

“Otro elemento y talento fundamental es Ismael Rodríguez. Es un pilar. A Pedro la gente le perdona todo. Como en el tema de los hijos: que si eran 20 o 30, cinco o seis. Esa discusión se daba en el panteón. Amparo Robles, presidenta y fundadora del club de fans, que está al tanto de la tumba, hablaba y hacía interrogatorios, pero sin prejuicios. El mismo biógrafo de Pedro, quien ganó un concurso de televisión, Gonzalo Mejía, menciona que no era mujeriego, sino que ellas eran las hombreriegas.

Foto
Fotografía que causó gran revuelo en la exposición Ciudad de México, asamblea de ciudades, que se montó en el Palacio de Bellas Artes, en 1992. Este desnudo fue captado por Guillermo López Castro en Culiacán, Sinaloa, 1939

Otro personaje del documental es Antonio Pedro, el cantante doble de Infante, quien motivó con su trabajo a De Urdimalas a escribir una historia sobre los imitadores del ídolo. Amparo Robles reta a Antonio y lo crítica por ser imitador.

Pedro de Urdimalas también hizo adaptaciones célebres como la de El hombre de papel, basado en El billete, de Luis Spota. Junto con Max Aub hizo los diálogos de la película Los olvidados, dirigida por Luis Buñuel, de la cual renunció al crédito, ya que no estaba conforme con una escena. Luis Buñuel lo reconoció en su libro Mi último suspiro.

Entre sus composiciones más conocidas se encuentra Amorcito corazón, de la película Nosotros los pobres, y la famosa copla con la que Pedro Infante y Jorge Negrete pelean en un duelo cantado en Dos tipos de cuidado.

Escribió argumentos cinematográficos como Los tres García, Nosotros los pobres, Ustedes los ricos, Los tres huastecos, Qué te ha dado esa mujer y ATM (A Toda Máquina).

Luis Lupone es documentalista. Estudió en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México. Tiene una especialización en documental de cine-directo en París, en los Talleres Varan, fundados por el antropólogo Jean Rouch.

Su tesis documental Tengo una duda ganó el Primer Concurso Nacional de Cine Joven 1984. Recibió el Ariel en la categoría cortometraje opera prima, en 1981; fue becario de las fundaciones MacArthur-Rockefeller, Ford y Fonca. A lo largo de 40 documentales, como productor, director, camarógrafo y editor, incursionó en los géneros etnográfico, de experimentación, museográfico, de cine-directo, televisivo, investigación-histórica y divulgación científica.

Fue director y realizador del Primer Taller de Cine Indígena en México, en 1987; realizó el proyecto piloto que originó la primera serie de documental de investigación histórica para la televisión abierta México Siglo XX, en 1998; fue director de producción y contenidos de México Nuevo Siglo, de 2001 a 2005. Es integrante del Sistema Nacional de Creadores (2006-2009), con el documental Memoria recuperada.

El papel de las autoridades

Ahora presenta testimonios de los infantilistas anónimos que acudieron cada 15 de abril de 1989 a 2013 al Panteón Jardín. Entre otros, destacan Ismael Rodríguez, Amparo Robles, Gonzalo Mejía y De Urdimalas, quien está presente a lo largo del documental, que dura una hora 45 minutos. Hay seguidores que piden la beatificación de Infante.

Lamentó que las autoridades no hayan puesto más atención a la importancia histórica y popular de Pedro, pues no existe una plaza dedicada a su memoria, ni estatuas. Faltan efigies; es un olvido. Hay estatuas y plazas para otros, hasta para Federico Engels. La delegación Álvaro Obregón apoya a Guadalupe Infante Torrentera para el homenaje en el Panteón Jardín, pero nada más.

Alfonso Morales Carrillo escribió un texto alusivo al documental, en abril de 1995. Un fragmento dice: Así fue que el Pedro Infante que fue revelado en su multitudinario sepelio de abril de 1957 siguió cantando como lo hacía cuando vivo. Se le halla en cualquier rincón de México, se le encuentra en toda Latinoamérica y entre las comunidades hispanoparlantes de Estados Unidos. Cromo asoleado en los domingos de Chapultepec, guiño posmoderno, calcomanías y láser. El mito ha dado para todo y seguirá dando todavía más.

El filme comienza su exhibición al público en general el próximo viernes en la Sala 8. Para conocer los horarios, consultar la cartelera.