El informe sobre el sistema de monitoreo de promocionales del Instituto Federal Electoral (IFE), que será remitido al Congreso para que sea tomado en cuenta en las leyes secundarias de la reforma electoral, generó desencuentros en el Comité de Radio y Televisión con las representaciones de los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática. Ambas descalificaron el contenido y dijeron que detrás del incumplimiento pleno del modelo de comunicación política estaría una presunta intención de salvaguardar los intereses de Televisa y Televisión Azteca.

En la sesión del Comité de Radio y Televisión del IFE se presentó el informe, según el cual el monitoreo real que hace el organismo alcanza solamente mil 573 de las 2 mil 394 emisoras de radio y televisión, lo que equivale a 66.34 por ciento. A pesar de ello, el reporte del IFE sostiene que el cumplimiento en la transmisión de promocionales pasó de 92.3 por ciento en 2009, 93.2 en 2010, 97.27 en 2011, 97 en 2012 y 99 por ciento en 2013.

Cúmulo de contradicciones

El informe contiene, dijo Mariana de la Chica, representante panista del Poder Legislativo, un cúmulo tal de contradicciones, mentiras y verdades a medias que es insostenible. Sostuvo que esta autoridad ha sido capturada por los poderes fácticos de la industria de la televisión. Los principios bajo los cuales debería regirse han quedado rebasados por el principio metaconstitucional de no molestar a las televisoras.

Añadió: Hoy tenemos teleautoridades, teleconsejeros, teleburocracias de estado completas al servicio de los que detentan el poder mediático. El informe, que agrupa diversas redacciones, no es más que un concurso por ver quién se mostraba más servil.

A su vez, el perredista Fernando Vargas dijo que con esos niveles reales de monitoreo en realidad nos autoengañamos en el cumplimiento de la verificación de promocionales. Criticó que el informe sólo recogiera las versiones de los concesionarios de televisión, que aducen su imposibilidad de bloquear señales a escala estatal para que los partidos puedan transmitir anuncios diferenciados en cada concesionaria, sin verificar in situ si es real su dicho.

Recordó que previo a las elecciones federales pasadas se prometió que en 2013 el IFE haría cumplir en sus términos la reforma, tras cinco años de vigencia esto no se ha logrado. Sugirió que detrás de ello podría haber acuerdos no explícitos.

Los cuestionamientos no tuvieron eco ni en la consejera María Marván ni en Benito Nacif. Sólo Lorenzo Córdova respondió. Destacó que los objetivos originales del informe habían cambiado para tornarse ahora en un corte de caja de la situación que prevalece en el modelo de comunicación política, el cual será recogido por los legisladores en la elaboración de las leyes secundarias.

Tras destacar que el informe no pretendía justificar el sistema de monitoreo, sino problematizar en torno al modelo de comunicación, consideró fundamental que estas diferencias de enfoques sobre la instrumentación de dicho modelo sean resueltas en la legislación. Con ello se evitaría someter al IFE a cuestionamientos, descalificaciones y hasta majaderías, por un tema complejo de resolver.