La creación de una red de pueblos originarios, colectivos, organizaciones e individuos ajenos a partidos políticos para potenciar las luchas de los pueblos y barrios del Distrito Federal y avanzar en la resistencia a los embates del contexto neoliberal que se refleja en despojo de tierras, privatización de recursos naturales estratégicos y exterminio de sus raíces culturales y sus formas de organización y gobierno, se propuso ayer en la primera Reunión de Comunidades, Pueblos y Barrios del Distrito Federal, convocada por el Congreso Nacional Indígena y la comunidad de Milpa Alta.

Las propuestas recogidas durante el primer día del encuentro se discutieron en plenaria, con la participación de delegados de pueblos indígenas de Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac, Magdalena Contreras y otros barrios del DF, luego de la ejecución de danzas originarias del Anáhuac.

Francisco Pastrana, integrante de la representación comunal de Milpa Alta, informó que se interpuso, el pasado 22 de enero, un recurso de amparo contra el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera; Tanya Muller, secretaria del Medio Ambiente, y otros 10 funcionarios más, por dar órdenes para que se aplique una política en materia ambiental que lesiona los derechos constitucionalmente reconocidos y tutelados de los pueblos originarios del DF, en particular los de Milpa Alta.

Asimismo, por desaparecer o modificar las reglas de operación, en perjuicio de los quejosos, del Programa de Fondos de Apoyo para la Conservación y restauración de los ecosistemas a través de la participación social (Proface).

Entre los actos reclamados está también la elaboración y ejecución de proyectos específicos de conservación, restauración y protección de los ecosistemas, sin la participación de la comunidad quejosa, como el proyecto del ecosistema del conejo de los volcanes, que se encuentra en su comunidad, en el que además que se impide la participación de seis grupos comunales de trabajo, en tanto que se contratan a personas ajenas a la comunidad.

Por separado, Vicente Morales Contreras y Tomás Ortega, ejidatarios de Xochimilco de Xochimilco, denunciaron que ha continuado el deterioro de ese pueblo por la invasión hormiga en la zona chinampera, tolerada, afirmaron, por el gobierno delegacional.

Urgieron a rescatar el distrito de riego del ejido, donde desde 1987 se han acumulado toneladas de cascajo.