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El arcipreste ruso Kurayev revela casos de acoso en este culto

Celebran Navidad ortodoxa en medio de escándalo por abuso sexual a seminaristas
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de enero de 2014, p. 19

Moscú, 7 de enero.

La Navidad ortodoxa, que la mayoría de los rusos celebraron este martes de acuerdo con el calendario juliano que rige de modo oficial las fiestas de la religión predominante en Rusia, tuvo como telón de fondo el escándalo que desencadenó con sus denuncias, los días precedentes, uno de los clérigos más conocidos del país.

El arcipreste Andrei Kurayev, cuyos escritos y opiniones alcanzan un amplio auditorio en las redes sociales, reveló uno de los secretos mejor guardados de la Iglesia ortodoxa rusa: la homosexualidad entre los sacerdotes, incluidos algunos reputados jerarcas, de un culto que no impone –salvo a los monjes– el celibato a sus servidores.

Poco antes del Año Nuevo, este sí recibido conforme al calendario gregoriano adoptado por el Estado ruso, el 31 de diciembre anterior, Kurayev reveló en su blog en Livejournal el cese del rector del Seminario de Kazán, el abad Kiril Iliujin, al comprobarse las acusaciones de abusos sexuales a los seminaristas.

Al hacer públicos estos hechos vergonzosos –y romper con ello el silencio sobre uno de los tabúes de la Iglesia ortodoxa, que pretende ser referente moral de esta sociedad–, Kurayev empezó a sufrir las represalias de sus superiores.

En lugar de una felicitación por revelar la verdad, llegó una orden tajante del Patriarcado de Moscú y perdió su empleo como profesor de la Academia Eclesiástica, el centro docente más importante de la Iglesia ortodoxa, donde llevaba diez años impartiendo clases de misiología.

A raíz de su despedido, Kurayev no se doblegó y comenzó a difundir en Internet cartas de eclesiásticos que sufrieron acoso de sus superiores. El caso más comentado por el rango del abusador involucra a Stefan, obispo de Gomel y Zhitomir, en Bielorrusia.

La jerarquía de la Iglesia ortodoxa, en cómplice actitud, hizo caso omiso de las denuncias, pero hoy el patriarca Kiril –en entrevista para la flamante agencia informativa Rusia Hoy, que sustituye a la Agencia de Prensa Nóvosti, muerta por decreto presidencial– fustigó a las personas que, sin nombrar a Kurayev, se pasan el día frente a una pantalla de computadora, creando mundos virtuales, empiezan a tener sentimientos virtuales, elaboran novelas virtuales, se imaginan tragedias y conflictos virtuales.

Es el mismo dirigente supremo de la Iglesia ortodoxa que, en plenas manifestaciones multitudinarias contra la relección de Vladimir Putin para un tercer periodo presidencial a comienzos de 2012, más o menos en las mismas fechas en que las integrantes del grupo Pussy Riot cantaron su oración punk contra el presidente, pontificó:

Los ortodoxos no acuden a manifestaciones, no se escucha su voz, rezan en el silencio de los monasterios, de los templos, de sus casas, aunque, precisó Kiril, sufren de todo corazón todo lo que preocupa a nuestro pueblo.