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Amigos, familiares y colegas despidieron al dibujante de La vida en el limbo

Ahumada trastocaba la realidad y nos entregaba el sueño de una vida

Carlos Payán, director fundador de este diario, compartió su admiración por la poesía que reinaba en sus imágenes

Rocha lo describió como el inventor del realismo cósmico

Magú recordó cuando trabajaron juntos, hace millones de años, y sus historietas causaban escozor

Foto
Guardia montada por Carlos Paul Espinosa, Antonio Neri Licón (izquierda), Rafael Barajas y Ángel BoliganFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de enero de 2014, p. 2

Un poeta de la imagen, inventor del realismo cósmico, narrador de inquietantes historias urbanas, dibujante de La vida en el limbo, Manuel Ahumada fue despedido por familiares, amigos y colegas del arte gráfico.

El último viaje que traspasó la ventana del sueño la tarde del pasado viernes, a causa de un paro cardiorrespiratorio mientras dormía en su domicilio, fue resguardado afectuosamente en una funeraria al sur de la ciudad de México, donde esta mañana sus restos fueron transformados en cenizas.

Carlos Payán, director fundador del periódico La Jornada, destacó vía telefónica que siempre admiró de Manuel Ahumada su dibujo magistral, la poesía que reinaba en sus imágenes, su posibilidad de trastocar la realidad para entregarnos el sueño de una vida.

Colegas caricaturistas de esta casa editorial montaron guardias en torno a Manuel Enrique López Ahumada, como se leía en la sala velatoria en la colonia Del Valle, el nombre el dibujante, pintor, grabador y escultor nacido en la ciudad de México el 27 de enero de 1956. Incluso el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, ofreció sus condolencias a los deudos durante su visita a la funeraria en la avenida Félix Cuevas.

Excelente narrador gráfico

Ahumada conmocionó con sus historietas, porque no eran usuales, expresó el monero Bulmaro Castellanos Magú, quien trabajó con él en esa faceta. Cumplió con el trabajo de contar historias; era un excelente narrador gráfico, muy sugestivo, de modo que de alguna forma no fue aprovechado suficientemente su espacio de vida en este tipo de trabajo, porque esto lo pudo seguir haciendo durante mucho tiempo más y no lo hizo, se enfocó en el cartón político. En eso también se desarrollaba bien, pero su forma de expresión más cabal, puntual, que sugería más cosas y poética era la historieta.

Recordó que hace millones de años, desde que trabajaban en el diario Unomásuno, sus historietas causaban escozor, porque era muy novedoso su contenido, con relación a lo que se hacía en ese momento. Entonces, existía la tira estadunidense, con personajes muy amables, bonitos y con mensajes frívolos, hogareños y simplistas, en muchos de los casos, y las historietas de Ahumada eran de una profundidad extraña, que alteraban más bien el ánimo de la gente, más que hacerles un domingo muy placentero.

Mientras los moneros que también construyeron el suplemento Histerietas montaban guardia alrededor del féretro, música de los Beatles sonaba en el salón, justo como se oyó una noche antes, cuando el cuerpo de Ahumada dio un último recorrido sobre la carroza fúnebre por las calles de Narvarte, de donde se alimentó parte su imaginario urbano.

Así que salimos navegando hacia el sol, hasta que encontramos un mar de verde, y vivimos debajo de las olas, en nuestro submarino amarillo, se oyó cantar en inglés al cuarteto de Liverpool, que anunció que aquí viene el sol, little darling.

Por su parte, Rafael Barajas El Fisgón afirmó que aportó varias cosas al oficio en México. Junto con Naranjo y Helioflores, fue uno de los primeros moneros en incursionar en el tipo de caricatura realista que juega con el absurdo e influenciada por el Movimiento Pánico y el cómic underground. Era un caricaturista comprometido, con una posición política progresista, pero sobre todo un extraordinario narrador gráfico; creo que era un poeta de la historieta.

Agregó que de esa generación era quien tenía el lenguaje propio más sólido y consolidado, poético que estaba tomado de la realidad cotidiana, que partía de escenas de la colonia Narvarte, en azoteas de edificios, cosas que salían por la ventana, que fue parte de la última oleada del movimiento surrealista. Siempre hacía imágenes muy inquietantes y contaba historias que eran muy conmovedoras. Que tocaban fibras muy sensibles y tenían la virtud de que hablaban a los capitalinos.

El también colaborador de La Jornada abundó sobre su obra pictórica, después de irrumpir como pionero de la novela gráfica El cara de memorándum, realizada junto con Jaime López, Manuel Ahumada evolucionó hacia la pintura y llevó todo ese universo poético, urbano, intimista y superrrealista e hizo unos óleos fantásticos.

Recuerdo uno de un ángel que va volando entre nubarrones y se tiene que poner un casco de piloto aviador de la primera guerra mundial y lentes para poder superar los obstáculos que le pone el temporal. Otro, un pastiche de un grabado de Durero en que pone a San Sebastián cruzado por flechas, pero le agregó la manzanita de Guillermo Tell en la cabeza. Mezclaba historias muy poderosas con humor.

Caricaturas con sinfónica

Otro monero, José Hernández, opinó que Ahumada como caricaturista era un desperdicio, porque él era un gran artista. Comentó que hace muchos años, lo conocí mucho antes de empezar en la caricatura, hace como 30 años. Manuel estaba pintando sus óleos de ángeles, una serie maravillosa, me acuerdo mucho que me comentó que sus pinturas eran caricaturas con sinfónica. Y me contaba cómo hacía sus óleos, tenía una técnica muy en el estilo de los maestros holandeses. Pintaba primero todo en blanco y negro, después iba aplicando con veladuras los colores. Yo siempre pensé que era más un artista que un caricaturista.

Por su parte, Gonzalo Rocha, espetó en una franca descripción: Yo diría que es el inventor del realismo cósmico. Apuntó que desde muy temprano desarrolló un estilo. Ves un dibujo de sus inicios hasta lo último que hizo y siempre tuvo un mundo interno muy fuerte que a su vez se llenaba mucho del exterior. Ves su arte y era un mundo propio muy fuerte, lleno de atmósferas, de personajes, diablos y ángeles.