México está haciendo la tarea en avanzar en reformas estructurales para fortalecer la capacidad de crecimiento de la economía, aseguró este miércoles Agustín Carstens Carstens, gobernador del banco central, el mismo día que el Senado aprobó cambios constitucionales para abrir la industria energética al capital privado.

El volátil entorno financiero y económico internacional no permite ningún tipo de complacencia, aun para países que, como el caso de México, han mantenido sólidos fundamentos macroeconómicos, consideró el gobernador del Banco de México.

La experiencia de 2013 nos mostró que los mercados hacen diferencia entre las economías emergentes con mejores fundamentos macroeconómicos y menor vulnerabilidad, que son los que han enfrentado mejor los episodios de volatilidad, aseguró Carstens al participar en un foro de promoción de inversiones en Perú organizado por la asociación inPerú, formada por el gobierno y empresarios de ese país.

En el actual entorno global incierto y volátil varios países de América Latina han enfrentado la situación económica internacional –marcada por los efectos derivados de la recesión de 2008-2009– con una batería de instrumentos, entre los que mencionó el manejo de las finanzas públicas y la política monetaria, sin que, dijo, se traduzca en pérdida de confianza de los mercados.

La situación financiera internacional convierte en una necesidad mantener una posición sólida en el manejo de la política económica, con reserevas internacionales adecuadas, un manejo responsable de las finanzas públicas y credibilidad en la política monetaria orientada a moderar la inflación, añadió.

De la misma forma consideró necesario, en este entorno, avanzar en reformas estructurales para fortalecer la capacidad de crecimiento y reducir la vulnerabilidad ante un frágil entorno externo. En este sentido, aseguró, Mexico está haciendo la tarea.

En su presentación ante empresarios y funcionarios peruanos, que promueven inversiones mexicanas en su país, Carstens destacó que la Alianza del Pacífico –que reúne en objetivos económicos comunes a Chile, Colombia, Perú y México– se ha ido consolidando como un importante mecanismo de coopera e integración económica y comercial entre cuatro naciones que, dijo, se caracterizan por dar alta prioridad a la estabilidad macroeconómica, que tienen mucho en común y afinidad de metas.

Desde una perspectiva económica, durante décadas los cuatro países sufrimos juntos los embates de varios episodios de crisis. Fuimos países compañeros durante etapas turbulentas. Hemos aprendido y nos hemos fortalecido y contamos con instituciones más sólidas, dotados de marcos de regulación más apropiados, consideró.

Ahora, después de los episodios de crisis de las décadas pasadas –sobre todo en los años 80 y 90 del siglo pasado– podemos coincidir en que nos hemos graduado y que estos países son compañeros de una nueva realidad que ofrece una visión más prometedora.

Es bueno saber que no enfrentamos solos los retos para países que en el pasado compartimos crisis. Ahora con la Alianza del Pacífico compartimos la construcción de un marco macroeconómico que nos hará más fuertes ante volatilidades externas.