Tras reconocer un nuevo fracaso, el técnico Guillermo Vázquez aseguró que no teme a los barristas del Cruz Azul: “Miedo no. No somos criminales… Más allá de la molestia no debe pasar nada. Hay un límite para todo”.

Aclaró que no pudo presenciar el lamentable suceso –la invasión de enojados aficionados en el terreno de juego– porque yo estaba adentro y no me enteré. No se cumplió el objetivo de avanzar. Hoy lo intentamos pero no nos alcanzó. Enfrentamos a un equipo ordenado que nos complicó.

También lamentó los rumores sobre altas y bajas que envolvieron a su plantel en días anteriores: Los jugadores son maduros e inteligentes, pero no venía al caso hablar con anticipación.

Respecto de su futuro, puntualizó que todo se definirá tras una reunión con la directiva: Sé que se han manejado muchas cosas, pero habrá una junta y veremos. Estoy listo para lo que venga, aunque indicó que tiene un torneo más de contrato.

Sin pensarlo mucho, dijo que su balance en el timón “ha sido bueno, aunque sé que siempre se esperan más cosas. La exigencia es grande. Todo depende de cómo lo quieran enfocar ellos.

Es complicado el banquillo de Cruz Azul, existe una gran presión y se requiere ser muy fuerte mentalmente. Yo confío en mí y por ese lado estoy tranquilo.

Finalmente, defendió su forma de ser en el banquillo: Así he funcionado y no tengo por qué modificar algo que no siento.

Por su parte, José Cardozo justificó el juego gris del Toluca: Creo que Cruz Azul planteó un partido muy inteligente, nos costó acomodarnos, pero estoy orgulloso de mis jugadores. Me gustó la entrega de todos, hicieron un gran esfuerzo para tapar al rival. Lo que sigue es jugar las semifinales y tratar de ganar, lógicamente quiero campeonar.

De plano rió ante el fallo de Talavera. Es nuestro segundo tirador, el primero es Velázquez, pero ya no estaba en la cancha.