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En un comunicado, Marcos expone cómo ven y se ven los zapatistas en su historia propia

Aunque atacado y perseguido, el EZLN conmemora 30 años de su fundación

Critica aquella modernidad en que la ignorancia simula regir los destinos de una nación

 
Periódico La Jornada
Lunes 18 de noviembre de 2013, p. 18

Siempre atacados y perseguidos, siempre resistiendo; siempre siendo aniquilados, siempre reapareciendo, los zapatistas conmemoraron este domingo los 30 años de la fundación del Ejército Zapatista de Libración Nacional (EZLN) en las montañas de la selva chiapaneca. No obstante, o tal vez por eso, las denuncias de sus bases de apoyo, hechas a través de sus juntas de buen gobierno, tienen tan pocas lecturas. Pero también aquí nos mostramos.

El subcomandante Marcos dio a conocer un comunicado donde relata “el excepcional encuentro entre un escarabajo y un ser desconcertante (quiero decir, más desconcertante que el escarabajo), y las reflexiones no coyunturales y sin importancia que en él se dieron; así como la forma en que, aprovechando un aniversario, el Sup intenta explicar, sin lograrlo, cómo ven los zapatistas su propia historia”.

Explica que, como advirtió en su anterior comunicado (3 de noviembre), no se hicieron públicos los textos que lo antecedían. Ahora los rebobina. Adelanta que no se centrará en temas políticos ni coyunturales, pero en una posdata expone cómo ven y se ven en su historia propia los zapatistas. Ésta no es sólo lo que han sido, lo que les ha pasado, lo que han hecho. Es sobre todo lo que queremos ser y hacer. Ahora bien, en la avalancha de nuevos medios audiovisuales que muestran la realidad en colores que “no tienen nada qué ver con la realidad, podemos ubicar, en una improbable ‘línea del tiempo’, nuestro modo de ver nuestra historia con el ­kinetoscopio”.

Admite haberse ido un poco lejos, a los orígenes del cine. Así, nuestra historia parece una imagen de movimiento continuo y repetitivo, con algunas variaciones que dan esa sensación de móvil inmovilidad. Establece un símil con el kinetoscopio de Edison en 1894, (Annie Oakley): “Como si nosotros fuéramos la moneda lanzada al aire, mientras la señorita civilización nos dispara una y otra vez (sí, el gobierno sería el empleado servil que lanza la moneda). O como si en La llegada del tren, de los hermanos Lumiere, de 1895, nosotros fuéramos quienes permanecen en el andén mientras el tren del progreso llega y se va”. Para ilustrar el punto, el subcomandante Marcos añade unos videos: Rebobinar-3

Pero el colectivo que somos toma cada fotograma viendo la realidad que fuimos y somos, muchas veces con los negros de persecuciones y cárceles, con los grises del desprecio, y con el rojo del despojo y la explotación. Pero también con el color marrón y verde que somos de la tierra que somos.

Añade: “Cuando alguien de fuera se detiene a mirar nuestra ‘película’, por lo regular comenta: ‘¡qué hábil tiradora!’ O ‘¡qué arriesgado empleado que arroja la moneda al aire sin temor de ser herido!’, pero nadie comenta nada de la moneda. O, en el tren de los Lumiere, dicen: ‘pero qué tontos, ¿por qué siguen en el andén y no se suben al tren?’ O ‘he ahí una muestra más de que los indígenas están como están porque no quieren progresar’ (...) Pero si alguien nos preguntara por qué no subimos a ese tren, diríamos ‘porque las estaciones que siguen son Decadencia, Guerra, Destrucción, y el destino final es Catástrofe. La pregunta pertinente no es por qué no nos subimos nosotros, sino por qué no se bajan ustedes”.

Quienes vienen a estar con los zapatistas descubren que en cada fotograma han agregado una imagen que no es perceptible a simple vista, como si el movimiento aparente de las imágenes ocultara lo particular que cada fotograma contiene, algo que sólo con un corazón muy grande se pueden apreciar.

No falta, señala, quien nos diga que ya hay tabletas y celulares con cámaras al frente y atrás, con colores más vívidos que los de la realidad, que la democracia representativa, que las elecciones, que los partidos políticos, que la modernidad, que el progreso, que la civilización.

Dicho todo eso, editando torpemente que es en su modernidad donde se perpetran los crímenes más atroces; donde los infantes son quemados vivos y los pirómanos son diputados y senadores; donde la ignorancia simula regir los destinos de una nación; donde se destruyen las fuentes de trabajo; donde los maestros son perseguidos y calumniados; donde una gran mentira es opacada por otra mayor.

Y apunta: Para los grandes medios de paga, ellos son los modernos, nosotros los arcaicos; ellos los que trabajan, nosotros los haraganes; ellos los limpios, nosotros los sucios. Y olvidan lo fundamental: Ésta es nuestra historia, nuestra forma de pensarnos, de hacernos nuestro camino, con nuestros errores, caídas, colores, vidas, muertes. Es nuestra libertad.

Comunicado íntegro