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Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver Domingo 10 de noviembre de 2013 Num: 975 |
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Bazar de asombros Bachofen o la A la memoria de Nicanor: de cantera El ajusticiamiento Jorge Carrión y Las ilusiones perdidas: Coordenadas de Dos poemas Columnas: Directorio |
El ajusticiamiento de
Agustín Escobar Ledesma Taurino López y J. Dolores Guerrero fueron colgados de un mezquite y, frente a ellos, fue empalada Clemencia Arvizu, esposa o concubina del primero; el dramático suceso fue registrado por la tradición oral el 13 de marzo de 1936. El personaje central de la trama ocurrida en el semidesierto queretano fue Taurino López, de quien, hasta el momento, la mayor parte de la información sobre su existencia está contenida en la memoria histórica de los habitantes de Tolimán y Peñamiller, que lo describe como una persona atrabiliaria, asesina y antirreligiosa. Por su parte, el contexto histórico, sitúa a Taurino López, presidente municipal de Tolimán de 1933 a 1935, como parte de la lucha postrevolucionaria por el reparto agrario, debido a que al frente del gobierno de Querétaro estaba Saturnino Osornio (1931-1935), líder agrarista que chocó contra la sociedad queretana de pasado aristocrático, reaccionario e imperialista. Osornio, de filiación callista, fue el creador de la Liga Anticlerical, cerró los templos de culto católico e impulsó la educación socialista del presidente Lázaro Cárdenas (1934-1940), que deseaba integrar un gobierno a favor del mejoramiento de las condiciones sociales y políticas de las clases trabajadoras. Entre sus tres principales postulados figuraba el de la educación, que tenía la finalidad de erradicar el fanatismo católico que predicaba la sumisión y no la dignidad del trabajador, y para que nadie pudiera engañarlos porque no sabían leer, escribir y contar, de acuerdo con la investigación de Marta Eugenia García Ugarte en “Semblanza de Saturnino Osornio, un ranchero queretano.” El corrido En Las Vegas, comunidad del municipio de Peñamiller, situada a las orillas del río Extoraz, en una choza cubierta por láminas de cinc y recargada en un muro de adobe, vive Ascensión Aguillón Vega, una de las personas que en su memoria conserva vivos los recuerdos de Taurino López. Sentado bajo la sombra de un frondoso mezquite que, por ser temporada, ha dejado caer sus alargadas y dulces vainas y yacen esparcidas en el suelo, Ascensión carraspea un poco y, sin más, recita el anónimo corrido de Taurino López.
Camisas rojas De acuerdo con el testimonio de don Erasmo Sánchez Luna, de San Miguel, Tolimán, los ñañho de dos comunidades se organizaron expresamente para cobrar las afrentas que Taurino López les infligió. Por ejemplo, señala que en el año de 1933, recién electo presidente municipal, destruyó y saqueó diversas imágenes religiosas de los templos mayores de San Pablo y San Miguel, así como de las capillas-oratorio familiares. En aquella época, la política autoritaria basada en el anticatolicismo tenía a su máximo representante en Tomás Garrido Canabal, gobernador de Tabasco, con sus Camisas Rojas, brigadas que incautaban objetos e imágenes religiosas en templos y casas, en una campaña antirrreligiosa para desfanatizar al pueblo, intentando erradicar el dogmatismo religioso. Antiagrarismo Una vez que Saturnino Osornio dejó el poder, el nuevo gobernador, Ramón Rodríguez Familiar (1935-1939), perteneciente a la oligarquía queretana, desmanteló el movimiento agrario y se multiplicaron los asesinatos de campesinos ejidatarios, por la persecución de los osornistas, en el contexto de la Segunda Cristiada surgida del movimiento católico en defensa de la libertad educativa y en contra de la reforma constitucional de 1934 que establecía la educación socialista del país. Acta de defunción De manera oficial, la ejecución del expresidente de Tolimán, cuando este municipio también incluía al de Peñamiller, quedó registrada en el acta número 51 que obra en los archivos de la oficialía del Registro Civil de Tolimán. En el margen superior izquierdo del manuscrito, se señala que corresponde a tres personas que, de acuerdo con la tradición oral, fueron asesinados el 13 de marzo de 1936 y el escrito registra el suceso el 16 de marzo del mismo año. La diferencia en las fechas podría ser atribuida a la distancia del lugar de los hechos y a que en aquellos tiempos sólo existían caminos de herradura y los acontecimientos tardaban en ser conocidos.
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