Economía
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Ministro de Finanzas alemán rechaza uso de dinero de contribuyentes para rescatar bancos

Deuda frena esfuerzos de países débiles de la UE por superar la recesión: analista

Riesgo de que Italia, Grecia, Irlanda y Portugal tengan una década perdida similar a la japonesa

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Manifestación de integrantes del sindicato CGTP frente al Parlamento en Lisboa en contra del proyecto de presupuesto 2014 que los legisladores debaten. La pancarta dice: Los piratas roban a la gente y hacen más pobre al país.Foto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 3 de noviembre de 2013, p. 22

París, 2 de noviembre.

Los esfuerzos de los miembros más débiles de la zona euro por superar la recesión más larga de su historia moderna están siendo obstaculizados por la deuda gigantesca que arrastran desde antes de la crisis financiera de 2009, dijo Graham Bishop, analista económico

A su vez, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, repitió que se opone a que se use el dinero del contribuyente para salvar a los bancos europeos, en una entrevista que se publica este domingo en el semanario Tagesspiegel am Sonntag.

No (hay que usar) dinero del contribuyente para salvar a los bancos y menos aún del fondo de rescate de la zona euro MES (Mecanismo Europeo de Estabilidad), aseveró Schäuble, según un comunicado difundido por el semanario antes de la publicación de la entrevista.

Italia, Grecia, Irlanda y Portugal tienen una deuda pública que excede con creces la producción económica anual y se arriesgan a tener una década perdida similar a la japonesa, con un crecimiento cada vez menor y un elevado desempleo, a medida que toman duras medidas para salir de las dificultades, advierte el analista.

El promedio de la proporción de deuda sobre el producto interno bruto en la unión monetaria de 17 países se mantiene en 95 por ciento, menor que en Estados Unidos y mucho más pequeña que Japón, pero peligrosamente alta para sociedades envejecidas que no pueden imprimir ni devaluar individualmente su moneda.

El discurso oficial de la Unión Europea (UE) es que cada país rescatado debe encargarse de su propio descalabro y sanearse sin alivio de deuda o mutualización, con excepción quizás de Grecia, que hace tiempo fue declarado un caso especial. Como Margaret Thatcher solía decir: No hay otra alternativa, añadió Bishop.

La disciplina fiscal y las reformas a favor del mercado para liberalizar los contratos de trabajo, romper el poder de negociación de salarios de los sindicatos comerciales y recortar los programas de bienestar social y las pensiones son el único camino a la salvación, argumentó.

Sin embargo, otros economistas –y una pequeña minoría de altos cargos de la UE que no quieren alejarse públicamente de la línea ortodoxa– dicen que la receta es política y socialmente insostenible y que Europa tendrá que considerar alguna forma de alivio de deuda más amplio, quizás mediante el Banco Central Europeo (BCE).