Opinión
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Infancia y Sociedad

Por qué Sócrates

A

unque han pasado más de 2 mil 500 años desde que Sócrates dialogaba en las plazas de Atenas, algunos filósofos proponen rescatar sus enseñanzas como una manera de entender y enfrentar sabiamente la crisis ética y la que padecen los sistemas educativos en occidente.

El filósofo y poeta Josu Landa, catedrático de la UNAM, en su libro Éticas de crisis, analiza cómo el legado teórico-práctico de Sócrates potenció una vivaz y fecunda reactivación de la filosofía, que la transformó de actividad reflexiva de algunos aristócratas o sectores de las élites griegas, en asunto de todo aquel interesado en ella, sin distinción de sexo o condición social. Acierta Nietzsche –dice Landa– cuando advierte que Sócrates es el primer filósofo de la vida, y todas las escuelas que le suceden son ante todo filosofías de la vida.

Landa encuentra analogía entre la crisis de nuestro tiempo y la que se vivió después de la gloriosa Atenas de Pericles, con la entronización de Alejandro de Macedonia: una monarquía absoluta, entre convulsiones políticas, hambrunas, guerra, muerte y las peores desmesuras. En medio de ese horror, la tradición filosófica griega derivó en varias escuelas (epicurismo, estoicismo y cinismo), en su mayor parte deudoras de la ética socrática. Son las éticas de crisis que Landa considera las que pueden ayudarnos a sobrellevar estos tiempos de capitalismo depravado, decadencia y desasosiego.

Por su parte, la filósofa estadunidense Martha Nussbaum (Príncipe de Asturias 2012) afirma en su libro Sin fines de lucro que la educación humanística es el principal ingrediente para la salud de la democracia. Para ella hay que formar ciudadanos y no dóciles individuos rentables. Tenemos que ser capaces de inculcar a los jóvenes el pensamiento crítico de Sócrates y enseñarles cómo debatir, argumentar y defender sus ideas. Es esencial, claro, que tengan conocimiento de la historia y de los entresijos de la economía mundial.

Cito, finalmente, el ensayo del joven filósofo madrileño Gabriel Almazán García en la revista Asíntota: Homenaje a Sócrates: ese gran pedagogo. No sé si era consciente o no –dice–, pero cuando Sócrates dialogaba en Atenas, estaba inventando el mejor método pedagógico que se ha conocido, y de esto cada día que pasa estoy más convencido.

Personalmente creo que otra gran virtud del Tábano de Atenas que debemos imitar es la capacidad de escuchar, tan necesaria para la democracia, sobre todo en nuestros políticos.