Cultura
Ver día anteriorSábado 28 de septiembre de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Disquero
El suave respirar de la poesía
Foto
Foto
Foto
Foto
 
Periódico La Jornada
Sábado 28 de septiembre de 2013, p. a16

Suenan campanas de mar, caracolas de catedral, espejos sobre espejos: Bobo Stenson ensimismado sobre el teclado produce un sonido único en el planeta y atraviesa así los confines todos de los astros.

Indicum, Indikon, Indigo, Ermutigung, la sonoridad de las palabras que titulan los pasajes de su nuevo disco, titulado Indicum, fungen a manera de metáforas verbales de ese sonido indescifrable, palpitante, mágico.

El pianista y compositor sueco Bo Gustav Stenson, mejor conocido cariñosamente como Bobo Stenson, cumple medio siglo de esplendor.

Educado en la música de concierto, estudió piano desde los ocho años para dedicarse al repertorio clásico, pero su hermano mayor, baterista, lo encaminó por los senderos del jazz.

Bobo Stenson ha llevado, con la complicidad de ese gran gurú que es Manfred Eicher, la música conocida como jazz a territorios nuevos, con una originalidad que solamente la cultura sueca puede propiciar. Lo explica el propio Bobo: los nórdicos somos más propensos al acercamiento con las distintas culturas del mundo; de manera natural conjugamos expresiones que otros países consideran exóticas, con el repertorio clásico y nuestras propias músicas populares.

Si bien ya era una figura notable por su muy peculiar estilo pianístico, nacido de la influencia de Bill Evans y de Jan Johansson, 1963 es el año iniciático para Bobo, pues fue cuando emprendió colaboraciones con grandes maestros estadunidenses que visitaron con constancia Estocolmo: Sonny Rollins, Stan Getz, Gary Burton y Don Cherry.

Además de su medio siglo en el jazz, Bobo celebra 40 años de su trío, una de las conformaciones mayores de toda la historia de ese género, comparable en su hondura estilística con los grandes tríos históricos: los de Oscar Peterson, Bill Evans y Keith Jarrett.

Foto

Y ya que mencionamos a Jarrett, el sonido de Bobo se emparenta con la monumentalidad, la fosforescencia y el clamor epopéyico y al mismo tiempo íntimo que logra el pianista estadunidense. La diferencia estriba en la raigambre cultural de Bobo, que lo aproxima a la poesía de manera instantánea, por eso escuchar su música fascina, hipnotiza, pone en trance. Emboba.

Gracias a la generosidad de Isabel Riva, el Disquero pudo apreciar el panorama entero del trabajo de Bobo Stenson, con su discografía completa: un arco largo y flexible, un arcoíris de paisajes sonoros plenos de intensidad, magia y poesía.

El nuevo disco de Bobo, Indicum, es un summun de su obra entera: conjuga, fiel a su estilo, compositores de música de concierto (Wolf Biermann, Carl Nielssen), con autores latinoamericanos (el argentino Ariel Ramírez) y música popular sueca (un Ave María) hasta completar una docena de composiciones al término de las cuales el escucha se siente flotando sobre un paisaje de campánulas que suenan.

El trío de Bobo Stenson: Anders Jormin, extraordinario contrabajista acústico y Jon Fält, sensible, delicado baterista. Juntos hacen poesía. Jormin y Bobo cumplieron un cuarto de siglo juntos en 2008, cuando grabaron el álbum antecesor de Indicum, titulado en español: Cantando. Fält sustituyó a Jon Christensen en el trío en 2000.

Lo que hacen ellos tres en el track segundo de Indicum es sencillamente sublime. Uno puede escuchar y escuchar y escuchar esta obra, prácticamente un mantra, tantas veces como respira y experimentará en sus inhalaciones y sus exhalaciones el suave respirar de la poesía.

[email protected]