A 15 años de su aprehensión y de un juicio aberrante y viciado que no atendió las circunstancias legales, sino a consideraciones políticas, cuatro de los cinco cubanos detenidos en Estados Unidos acusados de terrorismo siguen en espera de que el país de las libertades admita ese error y les retire la condena por delitos que nunca se pudieron probar.

El conocimiento y la presión internacional siguen siendo las alternativas. Insistir, machacar a través de todo medio posible, para que esta historia de violaciones a los derechos humanos y al debido proceso se conozca en el mundo y esperar que los gobiernos de otros países y la sociedad civil presionen al gobierno de Barack Obama para que libere a los cuatro héroes cubanos que permanecen encarcelados injustamente, afirmó el embajador de Cuba en México, Dagoberto Rodríguez Barrera.

En entrevista con La Jornada, el diplomático cubano dijo que sensibilizar a funcionarios públicos y sociedad civil es la vía. Acá en México han habido puntos de acuerdo en el Congreso, eso es importante por la relación que tienen México y Estados Unidos, eso hay que replicarlo en el mundo, agregó.

Listones amarillos

Este jueves, frente a la embajada de Estados Unidos en México, al igual que en Cuba y en otras naciones, se colgarán listones amarillos, “se trata de apelar a la sensibilidad del propio pueblo estadunidense, es una iniciativa de René González –quien ya cumplió una sentencia de 15 años en prisiones de Estados Unidos y se encuentra en Cuba– y parte de la canción Amarra un listón amarillo al viejo roble, con la que los estadunidenses esperan el regreso de las personas que quieren y que se hallan lejos”.

El embajador cubano en México se refirió al origen de las aprehensiones y recordó que desde el inicio de la revolución cubana tuvieron lugar una serie de actos terroristas, orquestados en Miami, para terminar con el régimen socialista. A finales de la década de los 90, Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labariño y René González se infiltraron entre los grupos terroristas asentados en Miami, para allegarse información sobre eventuales ataques a Cuba.

En junio de 1998, autoridades del gobierno cubano intercambiaron información con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) sobre actividades terroristas contra Cuba. La respuesta estadunidense fue la aprehensión de los cinco hombres el 12 de septiembre y la defensa de los grupos terroristas denunciados por Cuba.

A partir de ese momento, recuerda el embajador, se desataron una serie de maniobras por parte del gobierno de Estados Unidos como la negativa a cambiar la sede del juicio, en razón del perjuicio de la comunidad cubana en Miami hacia los detenidos; el financiamiento con dinero público de medios de comunicación para exacerbar tal animadversión; la negativa judicial para que el abogado de los cinco pudiera contar con los documentos necesarios para integrar su defensa, entre muchas otras, que derivaron en sentencias de 15 años a cadena perpetua por presuntos actos de espionaje.

Tales fueron las irregularidades, que un panel de tres jueces federales de Estados Unidos fallaron a favor de reponer el procedimiento, lo que rechazó el entonces presidente George Bush padre y maniobró para mantener las sentencias, algunas de las cuales se han reducido, menciona el embajador.

Ha pasado un tiempo larguísimo desde entonces, que no solamente ha implicado para ellos la pérdida de años de vida, sino que para sus familias ha representado un peso tremendo. En estos años han muerto familiares, la imposibilidad de concebir hijos, porque no tienen la posibilidad de visitas conyugales. A las esposas de dos de ellos no se les han otorgado visas para visitarlos, todo esto conforma un panorama muy complicado, agrega el embajador.

Hay un movimiento internacional fuerte de apoyo a los cinco, apunta el diplomático, la presión es cada vez mayor, abarca parlamentos de la mayor parte del mundo, intelectuales, grupos de amistad con Cuba y gobiernos que han hecho gestiones, ese es el camino, sobre esto hay que redoblar los esfuerzos, advirtió.