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Ver día anteriorLunes 24 de junio de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Nosotros ya no somos los mismos

Las razones de los jóvenes del CCH

Su opinión debe ser tomada en cuenta, aunque no puede ser definitoria

¿Por qué oponerse a lo que nadie los obliga?

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A las puertas del Centro Universitario México, promotores de escuelas particulares entregaron publicidad de sus planteles a aspirantes que acudieron al examen de ingreso a bachillerato público que se aplicó este sábado en el valle de MéxicoFoto Pablo Ramos
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e acuerdo con lo ofrecido, intenté recoger en este espacio las razones de los jóvenes del CCH. Era mi intención transcribir textualmente sus argumentos y, a continuación, dar mi opinión. Imposible. Tengo frente a mí dos documentos que me remitió el profesor Facundo Jiménez, pero me resulta imposible, porque no hallo manera de integrarlos. Procuraré compactar, con absoluta fidelidad, algunas de sus ideas, luego expresaré las mías. En favor en ciertos casos, totalmente contrarias en otros.

Comparto con los estudiantes su oposición a que se modifiquen el plan y los programas de estudio sin consultarlos. Su opinión debe ser oída, tomada en cuenta, aunque no puede ser definitoria. Cuando alegan que cuatro u ocho académicos por plantel no representan el número de profesores de cada escuela, pienso que se equivocan. La representatividad depende de las normas establecidas al respecto y de su debida y correcta aplicación. La población de Estados Unidos es de unos 313 millones y su Cámara de Representantes está constituida por 435 miembros.

Dicen los muchachos que no se oponen a estudiar una segunda lengua que puede ser inglés o francés, tampoco a cursar educación física u otra materia “relacionada con los principios del CCH. A lo que se oponen es que estas materias sean obligatorias. ¿Es un chiste juvenil que yo ya no logro entender? ¿No es absurdo que alguien se oponga a que en los planes de estudio se incluya el esperanto, el chino mandarín o la lengua bosquimana !kung kung ekola, si cursar cualquiera de ellas, tiene la misma obligatoriedad que atender las mentadas o las llamadas a misa? ¿Cuál es la razón de oponerse a lo que nadie los obliga? Pienso que el estudio de una lengua extranjera es un gran beneficio para los estudiantes y que ésta debe tener carácter obligatorio. También que debe ser prerrogativa de los alumnos optar por la que deseen, siempre que cada opción sea avalada por un número mínimo de solicitantes. Con pánico al regaño de mi maestro Rodríguez Araujo, me atrevo a externar mi personal opinión en favor de la destabaquización del plantel, pero apoyo la creación de áreas específicas para los fumadores. Así será más fácil corroborar que lo que se fuma no es otra cosa. Aclarando que a esa otra cosa no me opongo, pero sí a su práctica en un centro educativo, mientras el distinguidísimo académico y analfabeta funcional, rector del Centro Fox, no consiga que sus diputados y senadores le den a sus terrenos del rancho de San Cristóbal, verdadera rentabilidad.

Hay dos demandas que no se sostienen ni con pegaloca: la llamada descredencialización y la no instalación de cámaras de televisión para una eficaz vigilancia. Los alegatos son tan absurdos y contradictorios que hasta da güeva infinita tratarlos. ¿Cómo puede haber oposición a una elemental medida de seguridad? O séase, ¿demostrar que se pertenece a la comunidad del CCH, como condición para ingresar a su territorio, representa una violación al principio constitucional de libre tránsito? ¿No resulta torpe y jalado de los pelos exigir libre ingreso a un espacio particular, así sea éste sede de un organismo público? Los territorios universitarios no son bienes mostrencos. A la autoridad y a sus usufructuarios corresponde su cuidado, tranquilidad, mantenimiento. Dadas las condiciones actuales, la identificación (y debida corroboración de la misma) es una medida mínima de salvaguarda. Menciónense edificios departamentales, de oficinas públicas y no se diga particulares, miles de calles privadas, vecindades, instalaciones hospitalarias, financieras, diplomáticas, en las que no se exija una identificación para autorizar el ingreso. En cualquier momento, para orar en catedral, se pedirá la fe de bautismo. El libre tránsito que se alega acabó en la etapa nómada de la prehistoria. Las cámaras también obran en favor de los estudiantes: serán testimonios de inocencia cuando sean acusados injustamente, y pruebas del acoso, violencia y bu llying que ejercen en su contra los porros y los elementos de los cuerpos de vigilancia. Sugerencias: que las credenciales estén debidamente foliadas y, de ser posible, rubricadas por un representante legítimo del alumnado. También que los videos de las cámaras de vigilancia se revisen semanalmente por autoridades y representantes estudiantiles. Apoyo plenamente la instalación de un restaurante administrado y operado por la escuela, quien pagará debidamente a todos los empleados, pero no perseguirá utilidades. Al prescindir de éstas, los precios serán más accesibles. Para evitar nepotismos, cochupos, complicidades durante la rendición de cuentas mensual, una representación estudiantil, debidamente acreditada estará presente. Por demás decir que el menú se ajustará a las normas sobre la correcta ingesta alimentaria, desechando comida y bebida chatarra.

Detesto el esfuerzo físico, con honrosas y placenteras excepciones y, sin embargo, hago hora y media diaria de ejercicio, en mi caso no por motivos de salud sino de vanidad: ser viejo, pelón y pobre son características que no puedo remediar, por eso me centro en la lucha contra la obesidad, enfrentamiento permanente en el que con frecuencia salgo derrotado. La obesidad es un problema de salud pública del que los jóvenes no deben, por su propio bien, desentenderse. No puedo entender que condicionen la educación física a la instauración del comedor. No se chiqueen, como si estuvieran concediendo un favor. Acepten todos los esfuerzos que se realicen para enfrentar el problema y no pongan condiciones contra ustedes mismos. Del presupuesto destinado a salud, México gasta 7 por ciento en la lucha contra la obesidad. Una buena negociación entre la secretaría de Salud, la UNAM y el estado de México, puede dar como resultado algunas instalaciones deportivas idóneas. No albercas olímpicas, ni canchas para deportes exquisitos, pero si sencillas pistas para caminar y correr, un local destinado a ejercicios aeróbicos, saltos y yogas de todo tipo. No se trata de formar atletas de alto rendimiento, sino simplemente jóvenes con capacidades físicas esenciales, para vivir su vida con la mejor calidad posible. Últimos alegatos al respecto: 1) dentro de los países con mayor índice de obesidad, México ocupa el segundo lugar. Tenemos más de 4 millones de niños obesos y, uno de cada cinco, tienen problema de sobrepeso; 2) en Estados Unidos, más de 40 por ciento de personas con obesidad no consiguen trabajo y, quienes lo obtienen, ganan 18 por ciento menos que las personas de peso normal; 3) la mortalidad en México es dos veces mayor entre jóvenes de 25 a 35 años, cuando éstos son obesos.

No insistan en mezclar demandas justas con peticiones desorbitadas, contradictorias, sueños guajiros y, sobre todo, denuncias abiertamente calumniosas, por ejemplo: ¿cómo se puede atrever alguien a decir que el manual de seguridad de la Asociación Nacional de Universidades fue elaborado por el experto académico Genaro García Luna, para quien el complicado ordenamiento de sujeto, verbo, predicado siempre ha resultado trampa insalvable?

Recibí la foto/reclamo, porque maestros, integrantes de la comisión local de seguridad portan a la vista sus credenciales. También la denuncia de las agresiones de los porros encapuchados. Mi opinión: primero, identificarse plenamente es obligación de cualquier autoridad; no hacerlo, da pábulo a suplantaciones y abusos. Si ese fuera su comportamiento sería más fácil la denuncia nominal, que hacerlo con el ambiguo: contra quien resulte responsable. ¡Qué bueno saber quiénes son y de qué autoridad dependen! Segundo, ¿les resulta inadmisible que los porros estuvieran encapuchados? ¿Qué tal si las capuchas las rentan juntos, no les harán descuento?

Está por demás decir que defiendo, como si lo fuera, el derecho de los jóvenes a vestir tan minimalistamente como nuestros padres fundadores universales (Adán, Eva y la madre serpiente), tan ridículamente como la aristocracia europea en su época de oro, que los payasitos de los fabulosos veintes, que la provocadora Lady Gaga o los togados ministros de la Suprema Corte (¿a qué conduce en este siglo, toga y birrete para encubrir enormes despropósitos?). Peinar a la brush o como mohicanos y oír la música que les venga en gana pero, por respeto a nuestras trompas de Eustaquio, a volumen que no sea de tormento auditivo. Tatuarse y aumentar los agujeros normales que diosito nos dio, con los piercings que se les antoje. Decidir libremente sobre sus preferencias erótico/sexuales (hombre, mujer, quimera o anexas), sus militancias políticas o devociones ultraterrenas, nada más no olviden: no son los únicos terrícolas.

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