En el Auditorio Nacional, el dominicano Romeo Santos se presentó la noche del pasado jueves y logró el propósito de triunfar como solista, luego de separarse del Grupo Aventura, el cual tuvo impacto con su bachata en las vertientes erótico-sexual y rosa, ésta desarrollada por músicos como Juan Luis Guerra.

Decidido a hacer valer su apodo, Rey de la Bachata, Romeo irrumpió en el foro sentado en una especie de trono, el cual fue girando hasta quedar frente al público que, frenético, aplaudió y gritó hasta provocar dolor en los oídos de algunas personas.

Romeo ha cosechado todos los elementos de la bachata reunidos a la largo de su historia, desde sus orígenes, en 1962.

En Internet se informa en varias direcciones que la palabra bachata es de origen africano y su etimología tiene rastros en los comienzos de los años 20 del siglo pasado; designaba en Cuba un tipo de reunión social, alusiva a la juerga, el jolgorio y la parranda. Esa fama la persiguió y la persigue como fiesta callejera y espontánea.

Se trata de un ritmo del folclor urbano que se considera un híbrido del bolero rítmico con otros estilos, como el son cubano, bolero son, el merengue e incluso el cha cha chá. En un primer momento, a la bachata se le denominó bolerito de guitarra, y era considerada vulgar.

En el Auditorio Nacional, Romeo bailó imitando actos sexuales, pero en las tres pantallas la toma fue de la cintura para arriba, en un exceso de rubor. No obstante, desde la primera canción: You, el magnetismo de Romeo logró impactar a muchas Julietas, por medio de sus cadencias corporales y apóstrofes que remataban las frases musicales.

Subió a una joven delgada al escenario porque, dijo, ha recibido quejas de que sólo ha optado por las gorditas. Eligió a una que en primera fila no dejaba de sonreírle y lanzarle besos. Desinhibida, la muchacha hizo que labios y dientes chocaran en un largo beso, captado en un gran close-up.

Para interpretar su exitosa Debate de 4, invitó a tres hombres a cantar los fragmentos en los que le dicen a ella, mancornadora, que elija sólo a uno, ¡pero ya! El público votó con gritos y designó como triunfador a un chavo que se súper sabía la rola, pues es parte de un club de fans de Romeo, quien le regaló 300 dólares. La concurrencia sugirió a Romeo que otorgara mil, pero hizo mutis. Por lo menos ya sacó lo de su boleto, se comentó.

La noche se hizo larga con unas 30 interpretaciones, una de las cuales, Rival, fue de las más emotivas y causó un efecto dominó de algarabía, pues Romeo la interpretó a dúo con su amigo, mi hermano, Mario Domm, ex líder de Camila, con quien compuso el tema en su casa, Dominicana.

Un propósito de Romeo, dijo hace poco en una conferencia de prensa, es llevar la bachata al mayor número de personas posible y hacerla popular mediante nuevas fusiones y letras más románticas y provocadoras. Actualmente hace duetos con músicos que idolatraba en sus inicios, como Juan Luis Guerra.

Así, tras desgranar rolazas como La diabla, Malevo, Por un segundo, Que se mueran, Su veneno, Mi corazoncito, dos popurríes (uno con sus trancazos en Aventura), Noche de sexo, Mi santa, Un beso y Llévame contigo, el joven Romeo dejó en claro que la bachata está viva en México.

Este cantante volverá a presentarse hoy y el 26 de junio en el mismo lugar.