Hace dos años, el seminal grupo mexicano Caifanes se reunió después de una separación de 18 años. Desde el rencuentro han ofrecido más de 100 conciertos en la República Mexicana, Estados Unidos y Latinoamérica con gran éxito.

En entrevista telefónica con La Jornada, Saúl Hernández dijo sobre los dos conciertos que darán hoy y mañana en el Palacio de los Deportes: “Dos conciertos más. ¡Ya se nos está haciendo vicio!

Serán distintos a los que dimos la vez anterior, con la intención de que la gente salga muy satisfecha de vernos. Tenemos muchas cosas que sacar del baúl... lo digo con honestidad, hay mucho asombro con lo que está pasando y al mismo tiempo estoy muy agradecido.

Saúl Hernández habló sobre lo que impulsó a Caifanes a reunirse: “Antes se nos pasaba la vida muy rápido, queríamos recorrer el mundo en 15 minutos, nos sentíamos indestructibles y queríamos hacerlo todo de un jalón. Ahora disfrutamos más el tiempo y a nosotros mismos, nos tomamos el tiempo para ver qué y cómo vamos.

Han sido dos años de entender quienes somos, de volver a descubrirnos después de 18 años de no vernos, de no tocar juntos, de pasar situaciones personales muy drásticas; es muy raro volver a convivir con recuerdos, pero también vuelven a surgir sueños, anhelos y sorpresas.

Sobre la importancia de llamarse Caifanes, Hernández mencionó: “Como banda estamos en ese proceso de asimilar que lo que fuimos ya pasó; ahora buscamos ese espejo donde nos tenemos que reflejar para ver qué vamos a ser. Es un proceso maravilloso y honesto, porque Caifanes no está correteando el contrato con nadie para hacer un disco. Simplemente nos dejamos llevar por el amor a tocar independientemente de todos los demonios que hemos tenido entre nosotros. Antes de cada concierto nos abrazamos y decimos: ‘vamos a tocar’, como hacíamos al principio.

“Estos ejercicios de interiorización han sido interesantes para luego abordar la cuestión creativa, porque el estudio es una intimidad muy particular, no es como tocar en los conciertos, porque es otra energía, el estudio es como entrar en el alma de Caifanes; de lo que sí estamos claros es de que tenemos que estar seguros de que queremos hacer un disco, para luego entrarle con toda la libertad que podamos.

Es complicado, no creo que sea tan fácil que a los dos años de reunión nos metamos a esa intimidad, pero tenemos cosas qué decir.

El compromiso sigue intacto

Acerca del ambiente de los conciertos en estos dos años, Saúl mencionó: “Pasa algo impresionante: el grupo está muy fuerte, con fanáticos jóvenes y de nuestra generación; no existe una brecha generacional, hay más aliados, me sorprende y agradezco mucho. Los conciertos son iguales a los de los 80 y 90. Creo que ahí está la magia de Caifanes: que el padre, el tío o el hermano mayor heredó el disco a sus hijos o sobrinos y ellos crecieron escuchándonos y nos adoptaron.

“Otro factor son las canciones, se las saben mejor que yo y con profundidad, tienen una conexión con ellas y, por otro lado, como nos identifican a cada uno de los integrantes del grupo, saben perfectamente quién es quién y tienen una lectura muy clara del grupo. Finalmente, lo asumo como que hay identidad.

Lo único que cambió fue la interpretación de nosotros mismos, la creatividad ahí sigue, la necesidad de hacer cosas y el compromiso como músico; ahora nos vemos con mayor serenidad, tenemos claridad unos con los otros, claridad de acciones, reacciones y de comportamientos, donde así nos aceptamos y así nos queremos.

Con estas dos presentaciones la banda rebasará las 100 mil personas que los han visto en esta ciudad, Saúl concluyó: El Distrito Federal es como nuestro hogar, porque aquí nacimos todos y nos da ese espacio para estar juntos, hacer conciertos y hacer esta ceremonia, hacer algo muy mágico.

Los boletos para ver a Caifanes este sábado y domingo en el Palacio de los Deportes están a la venta en los lugares de costumbre.