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Centro de la UAM auspicia programa que estima incorporar otros 12 mil, informa biólogo

Liberan mil ajolotes jóvenes en canales controlados de Xochimilco

Calculamos que llegarán a la edad adulta para reproducirse, indica Fernando Arana a La Jornada

Buscan que chinamperos se incorporen a la crianza legal del anfibio y combatir la venta clandestina

Foto
Algunos de lo anfibios incorporadosFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Martes 21 de mayo de 2013, p. 4

El ajolote, hermano mellizo del dios Quetzalcóatl, según la leyenda mexica; el ajolote, animal fascinante por su capacidad de regeneración, especie endémica mexicana y en peligro de extinción, multiplicado nada en las aguas de Xochimilco: mil jóvenes ejemplares fueron liberados para la reinserción y reproducción en su hábitat natural.

Es la primera liberación que hacemos de un programa a tres años. En esta primera temporada vamos a liberar 3 mil, el próximo año seguramente 5 mil y al siguiente, otros 5 mil, informó el biólogo Fernando Arana, coordinador del Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco (Cibac), de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Xochimilco.

En relación con la mortandad por depredación y adaptación al medio, calculamos que el porcentaje es suficiente para el crecimiento de los organismos, alcanzar la etapa adulta y su reproducción, detalló el investigador que encabeza el proyecto.

Diecisiete especies en México

Axólotl, su nombre en náhuatl, es un dios que teme a la muerte, por eso quiere escapar de ella mediante sus poderes de metamorfosis y se le asocia a la idea del movimiento y de la vida. Sin embargo, la especie es más antigua, relata Fernando Arana, pues se cree surgieron desde el Pleistoceno, era geológica que finalizó hace más de 10 mil años.

Ambystoma mexicanum, en su nombre científico, es un animal anfibio que parece un renacuajo gigante, en edad adulta puede medir entre 25 y 30 centímetros. Vive hasta 25 años en condiciones normales, describe el Cibac.

Respira por las branquias, pulmones y por capilares sanguí-neos; la cabeza es grande, con ojos pequeños sin párpados, gran boca con dientes diminutos, tienen cuatro dedos en las patas delanteras y cinco en las traseras. En México hay 17 especies diferentes.

En su medio natural, el animal está en peligro de extinción, “las poblaciones naturales que hay aquí en los canales son sumamente reducidas, de una especie que en épocas prehispánicas echaban una red y salían kilos. Ahora se pueden contar por decenas distribuidos en forma natural.

El ajolote es un organismo que no es muy exigente; vive en el lodo y por lo mismo tiene resistencia a bacterias, condiciones de contaminación, pues ha vivido más de cien años aquí. Pero cuando introdujeron la tilapia, ya no pudieron hacer nada, pues ha sido su principal depredador, además de la pesca furtiva.

La liberación el pasado viernes se realizó en dos sitios: 800 ejemplares en el Lago de Conservación de Flora y Fauna de San Gregorio Atlapulco, una reserva ecológica con acceso restringido, y 200 más en el canal de Apampilco, en canales secundarios o apantles, que secundan la propiedad de un chinampero.

El primero es un lugar con condiciones mucho más favorables para la sobrevivencia del ajolote, ya que está aislado de los canales y la calidad del agua es mejor; hay menor depredación, describe en entrevista Fernando Arana, durante el trayecto en trajinera hasta el segundo lugar para la liberación.

Unas horas antes, un numeroso grupo de personas, incluido Salvador Vega y León, rector de la UAM Xochimilco, fueron testigos de la entrega del nuevo hogar a los jóvenes anfibios, a este pequeño lago en el que no había presencia de ajolotes, sino que se trató de una inserción.

Son casi dos horas de viaje en trajinera de ida y vuelta para llegar hasta el terreno de don Leonardo Medina. Por los canales se abren paraísos recónditos, poco visitados por turistas, debido a la distancia desde el embarcadero más cercano en Cuemanco. A unos cientos de metros del Periférico y 25 kilómetros del Zócalo, hasta donde en tiempos prehispánicos llegaban las aguas de Xochimilco, ofrecen un paisaje poco imaginado dentro de la urbe, con verdes follajes, visitas de garzones blancos, flotantes ninfas que abren sus flores amarillas. Incluso el pasado invierno, una colonia de pelícanos en migración.

En las embarcaciones viajan las cajas con bolsas de plástico que contienen a los ajolotes que pronto nadarán en libertad. Los organismos están marcados con base en un tatuaje, una técnica lograda en el Cibac, con tinta blanca, porque los animalitos son negros. Empacados con permiso legal de la Secretaría del Medio Ambiente, entidad federal que participa en el proyecto.

No son liberados al medio natural, sino en canales controlados, expone Arana.

En la chinampa, los pequeños canales, que incluso se pueden cruzar a través de una tabla, han sido preparados con barreras filtrantes con cajas de grava apiladas, que permiten una filtración en el agua, primero física para retener sólidos y posteriormente con un proceso químico bacteriológico que transforman materiales tóxicos, como el amonio, en nitratos.

Jaulas flotantes también se esparcen por las aguas, las cuales contienen otros ajolotes, pero que son criados de forma controlada en cautiverio. Al sacar una, caminan con lentitud por el suelo fangoso, sus lustres lomos destellan entre el verde follaje. La idea es incorporar a los chinamperos en la crianza legal de los ajolotes y combatir su venta clandestina, que es un delito.

Interés a escala mundial

Hay mucho interés a escala mundial por tener un ajolote, sea por investigación o porque las personas están interesadas en tener un organismo raro en casa, comenta Arana sobre los anfibios que en el mercado negro se vende hasta en 400 pesos un ejemplar.

Los laboratorios los compran para realizar estudios principalmente de neurología, debido a la capacidad del ajolote de regenerar sus partes, incluso miembros con todo y hueso. Por ejemplo, la Universidad de Dresden, en Alemania, tiene un presupuesto de más de 6 millones de dólares que donó el gobierno de Estados Unidos para resolver el problema de tantos lesionados de guerra, revela el investigador de la UAM-Xochimilco.