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De alcanzar las reformas estructurales, el crecimiento del país llegará a 6%, dice

En Asia, Peña Nieto ofrece un clima de negocios con estabilidad económica

Queremos puertas abiertas de ambos continentes, que generen beneficios para nuestros pueblos

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El presidente Enrique Peña Nieto saluda a su homólogo chino, Xi Jinping, en la ciudad de BoaoFoto Presidencia
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Periódico La Jornada
Lunes 8 de abril de 2013, p. 11

Boao, China, 7 de abril.

Frente a una época de bloques emergentes, el integrado por las naciones de Asia Pacífico y América Latina puede ser uno de los de mayor crecimiento en este siglo, aseguró el presidente Enrique Peña Nieto ante gobernantes e inversionistas de ambas regiones, en un claro mensaje de promoción: “les aseguro que en México encontrarán grandes oportunidades para hacer crecer sus empresas e inversiones. En mi país hallarán talento y capital humano calificado y un clima de negocios con estabilidad económica y certeza jurídica. Hallarán también un punto logístico privilegiado para exportar sus productos a Norteamérica, Europa, Latinoamérica y el Caribe’’.

En paralelo, desplegó una retórica de persuasión hacia los objetivos de su administración: “si logramos materializar las reformas y los cambios estructurales definidos en la agenda del Pacto por México (…) no tengo duda que lograremos generar condiciones para que el país pueda tener un crecimiento mayor, a tasas superiores a 5 o 6 por ciento’’.

En ese discurso de dos vías transcurrió la primera etapa del viaje presidencial a Oriente.

Sin embargo, cuando se le hizo ver un reciente reporte según el cual México ya tiene salarios más bajos que China, dijo que si bien ese fue un elemento de competencia entre ambos países, cada uno se ha especializado y fortalecido en diversos aspectos, y ahora lo que debemos buscar es la complementación de nuestras actividades e imprimirle valor agregado.

El Foro de Boao

China –Hong Kong, Sanya y Boao– fue el territorio inicial donde lo mismo al presidente Xi Jinping, a los mandatarios participantes en el Foro de Boao y a los poderosos empresarios de la región administrativa especial de Hong Kong les recalcó: queremos que las puertas de ambos continentes estén abiertas al intercambio y generen beneficios para nuestros pueblos.

Apoyado también en la oferta de Xi Jinping de trabajar en la reducción del desequilibrio de la balanza comercial de México y China, en la revista del foro, el presidente Peña Nieto publicó un artículo donde ofrece a esta nación un “vasto potencial para atraer inversión estratégica’’: un importante mercado internacional; una puerta de salida a América del Norte y otras naciones; un importante productor de suministros minerales e industriales para la creciente demanda china, y también como un destino con financiamiento y desarrollo para proyectos de infraestructura de gran escala.

En esa misma línea se espera también transcurra el discurso de Peña Nieto a partir de mañana lunes en Tokio, donde realizará una visita oficial en cuyo programa se incluyen encuentros con el emperador Akihito y con empresarios japoneses y mexicanos.

Pero antes, en China, y en el escenario de Boao, conocido como el Davos de Oriente, donde anualmente se reúnen representantes gubernamentales de una veintena de países, estuvieron los mandatarios de Australia, Nueva Zelanda, Finlandia, Mongolia, Brunei, Zambia, Myanmar, Camboya, Kazajstán. México y Perú fueron los países invitados ex profeso por este mecanismos de análisis y cooperación para explorar las vías de la integración entre Asia y América Latina.

El propio presidente Peña, en el viaje de regreso a bordo del tren bala que lo condujo hacia y desde la sede del encuentro, narró su experiencia en un ambiente como éste y donde ciertamente México no es un asistente frecuente. ‘’Fueron muy deferentes, porque nos ubicaron en un buen lugar (en el almuerzo de los mandatarios), prácticamente frente al presidente de China’’, dijo.

Hasta Boao llegó también el empresario multimillonario Bill Gates, aunque no se consignó oficialmente si tuvo algún encuentro con Peña Nieto.

Con el mandatario peruano, Ollanta Humala, Peña Nieto participó por la tarde en un panel, donde destacó la solidez económica y el crecimiento sostenido de los países de Asia y América Latina, precisamente en estos momentos donde el contexto mundial está marcado por turbulencias financieras.

El año pasado, ilustró, las naciones de ambos continentes crecieron en promedio 4.6 por ciento, mientras ese índice a escala mundial fue de 3.7 por ciento. Todo ello, insistió, porque en ambos lados del océano Pacífico se están aplicando políticas innovadoras y medidas oportunas para mantener la estabilidad y el buen desempeño económico.

Así, y con otros datos como la aportación de los países de esas regiones con 41 por ciento del producto interno bruto mundial, el presidente Peña pidió acelerar el crecimiento e integración de Asia y Latinoamérica, cruzar finalmente el umbral que distingue a las naciones desarrolladas y hacerlo además mediante la complementación comercial de productos básicos con encadenamientos productivos de alto valor agregado y alianzas tecnológicas. En ese escenario, el gran reto sigue siendo China.

Por eso, a bordo del tren y en conferencia de prensa admitió no sólo el desequilibrio de la balanza comercial, sino de los términos de inversión, pues China no pasa de 300 millones de dólares en México y el país a su vez no supera los 100 millones de dólares.

Asimismo, se refirió al potencial de instrumentos de libre comercio, como la Alianza Pacífico y el Acuerdo Transpacífico.

Peña Nieto, a quien acompaña en toda la gira buena parte de los empresarios mexicanos, expuso el sentido de esa presencia: “fue de los temas platicados con el presidente de China, que en el capítulo de negociación que tengamos involucremos a una parte de empresarios, porque hay que romper algunas barreras que evidentemente vemos, y donde habrá que poner orden, como es el idioma’’, comentó.