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El club de amigos ha dejado tambaleante a la Iglesia, acusan

Feministas católicas lanzan bengala de humo rosa cerca del Vaticano
 
Periódico La Jornada
Miércoles 13 de marzo de 2013, p. 29

Roma, 12 de marzo.

Manifestantes que demandaban un mayor papel de la mujer en la Iglesia católica encendieron una bengala de humo rosa en una montaña sobre el Vaticano este martes, cuando comenzaba el cónclave en el que se elegirá al próximo papa.

Al imitar las tradicionales señales de humo de la Capilla Sixtina, blanco para un nuevo pontífice y negro para una votación sin acuerdo, las mujeres también se vistieron de rosa y llevaron insignias de sacerdocio femenino.

Algunas mujeres han sostenido que ya desempeñan un papel importante en la Iglesia, dedicadas a la enseñanza, a los jóvenes católicos y a desarrollar gran parte del trabajo de misionero, mientras otras consideran que están excluidas de los papeles más importantes y que la prohibición del sacerdocio femenino es obsoleta.

El actual club de amigos ha dejado a nuestra Iglesia tambaleando por los escándalos de abusos, el sexismo y la opresión, dijo la directora de la Conferencia por el Sacerdocio Femenino, Erin Saiz Hanna, una de las mujeres que se reunieron en un pequeño grupo en la colina Janiculum, cerca de la Basílica de San Pedro.

La gente de la Iglesia está desesperada por un líder que abra el diálogo y abrace los regalos de la sabiduría femenina en cada nivel del gobierno eclesiástico, dijo.

El Vaticano dice que las mujeres no pueden ser ordenadas sacerdotes porque Jesucristo eligió voluntariamente sólo a hombres como apóstoles. Los partidarios del sacerdocio femenino dicen que Jesús simplemente actuó conforme a las costumbres de su tiempo.

La protesta de este martes en Roma se dio después de una manifestación de humo rosa en Nueva Orleans durante el fin de semana, a la que seguirán actos similares en ciudades de todo Estados Unidos en los próximos días.

El año pasado Benedicto XVI reafirmó la prohibición al sacerdocio femenino y dijo que no toleraría desobediencia de los clérigos en las enseñanzas fundamentales. Bajo su liderazgo, el Vaticano fue firme ante los partidarios de la ordenación de las mujeres.

Pero algunos cardenales que forman parte del cónclave de esta semana se han expresado sobre la necesidad de revisar el papel de las mujeres en la Iglesia y de que se les abran las puertas a las posiciones de liderazgo.

El cardenal argentino Leonardo Sandri, de 69 años, dijo a Reuters este mes que las mujeres deben tener un papel mucho más importante en la Iglesia.

Actualmente, las mujeres, la mayoría monjas, sólo pueden alcanzar la posición de vicesecretaria en los departamentos vaticanos, el tercer puesto tras el de presidente y secretario.

En este momento sólo dos mujeres ostentan el cargo de vicesecretaria: la hermana Nicoletta Spezzati y la secular Flaminia Giovanelli.

Spezzati ocupa el puesto en el departamento vaticano para las órdenes religiosas, que está dirigido por el cardenal brasileño Joao Braz de Aviz, que votará en el cónclave y es un potencial candidato a papa.

Algunas mujeres, cansadas de esperar a que las normas cambien, han decidido echar mano al asunto. La Asociación Católica Romana de Mujeres Sacerdotes (ACRMS) dice que hay más de 124 mujeres sacerdotes y 10 cardenales en el mundo, a pesar de que el Vaticano las considera excomulgadas.

Janice Sevre-Duszynska, de la ACRMS, que participó en la protesta de Roma con su vestimenta blanca de sacerdote, dijo que si se encontrara con el siguiente papa le pediría un paso adelante en la modernización de Concilio Vaticano Segundo de 1962-65, en el que se discutieron las relaciones entre la Iglesia y el mundo moderno.

Le diría que necesitamos un nuevo concilio vaticano en el que los obispos no estuvieran invitados, ni los cardenales ni los sacerdotes, sino simplemente la gente de las parroquias locales y la gente que ha salido de la cárcel y de centros de acogida para personas sin hogar, dijo.