Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 24 de febrero de 2013 Num: 938

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Mo Yan, el histórico
Ricardo Guzmán Wolffer

Escritura doble
Aurelio Pérez Llano entrevista
con Ilan Stavans

El tango en los cafés
Alejandro Michelena

La maldita partícula:
el bosón de Higgs

Norma Ávila Jiménez

Joaquín de Fiore,
historia y humanismo

Annunziata Rossi

Hermenéutica e historia
en Joaquín de Fiore

Mauricio Beuchot

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Columnas:
A Lápiz
Enrique López Aguilar
La Jornada Virtual
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Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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Escritura
doble

entrevista con
Ilan Stavans

Aurelio Pérez Llano

El polifacético ensayista mexicano Ilan Stavans acaba de publicar dos nuevos libros: Lengua fresca (Fondo de Cultura Económica), una asombrosa antología personal representativa hay cuentos, ensayos, traducciones, sueños, fábulas, parábolas, conversaciones y un minicatálogo de animales fantásticos, en la cual quedan patentes sus intereses diversos: de Shakespeare a Cantinflas, del espanglish a las películas subtituladas; de Macondo a Amherst, donde vive y enseña, en Massachusetts, Estados Unidos; y una novela gráfica titulada El iluminado (Basic Books, con el ilustrador Steve Sheinkin), construida a manera de cuento de misterio en el cual el fallecimiento de un joven y la desaparición de un manuscrito llevan al detective el mismo Stavans, en una personificación humorística que parodia su pasión por el espanglish a indagar el enigma histórico de los criptojudíos de México.

–Te mueves perfectamente en dos mundos, el anglosajón y el hispano. De hecho, Lengua fresca es prueba que eres por lo menos dos escritores, uno en inglés, otro en castellano. Esas dos facetas se mantienen separadas, aunque a veces se entrecruzan. Como ha dicho Juan Villoro, eres el único escritor mexicano que tiene un derecho y un revés. Sin ser poeta, eres, yo creo, el heredero legítimo de Fernando Pessoa.

–Escribir en varias lenguas es habitar universos diversos. Yo no he sentido la obligación de unificarlos.

–Tu lector ideal, ¿debe ser como tú, políglota?

–No existe el lector ideal, como tampoco existe el escritor ideal. Cada uno de nosotros es un experimento fallido, un manojo de contradicciones.

–¿Qué criterio de selección usaste en Lengua fresca? Hay textos deliciosos: el sueño del apocalipsis; la nouvelle que el director Alejandro Springall convirtió en la película Morirse está en hebreo; tu confesión de amor por Shylock; el animal imaginario que se parece a todos los dictadores de América Latina…

–Quise reunir lo que pensaba que merecía no ser devorado instantáneamente por el olvido.

–¿Qué piensas que quedará de ti?

–Un destello, quizás. Alguna frase memorable. Sea como sea, será muy poco. De tener memoria, el lector del futuro lo recordará todo en tuiteos.

–Escribes también en idish y en hebreo.

–De vez en cuando.

–¿Cuál de todos estos idiomas prefieres?

–No tengo preferencia. La patria del escritor es su propia lengua y yo tengo distintas patrias.

–Tu novela gráfica El iluminado te tiene a ti como protagonista.

–A decir verdad, todo lo que hago me tiene a mí como protagonista. No hay ficción que no sea autobiográfica, así como no hay autobiografía que no sea ficción.

–Pero en El iluminado uno de los personajes se llama Ilan Stavans. Además de profesor, es judío, mexicano, habla idish y es especialista en el espanglish.

–Es una versión caricaturesca de mí, así como yo soy una versión mundana de un Ilan Stavans platónico.

–La novela es sobre los criptojudíos. ¿Quiénes eran?

–No eran sino son. Perseguidos durante la Edad Medía y principios del Renacimiento por la Inquisición, los criptojudíos escondieron su identidad. En público eran católicos, en privado profesaban la fe mosaica. Esa doble identidad los mantiene vivos hasta la actualidad. La novela se lleva a cabo en Santa Fe, Nuevo México. Tiene dos narraciones paralelas, una en el presente, la otra que se inicia a fines del siglo XVI y gira en derredor del famoso caso inquisitorial contra Luis de Carvajal el Joven. Arturo Ripstein hizo una película sobre el tema. 

–Hay varios ensayo sobre el Quijote en Lengua fresca. Uno de ellos discute el número total de palabras en la novela. Otro habla de la presencia fantasmal de Dulcinea.

–El Quijote es el eje de rotación del mundo hispánico. Sin él no existiríamos  nosotros como civilización…

–En uno de tus ensayos dices que un clásico literario es capaz de formar una nación. Hablas de El gaucho Martín Fierro como el libro que fundó la argentinidad.

–El Quijote nos justifica.

–Se han publicado muchas reseñas favorables sobre El iluminado. ¿A qué adjudicas su éxito?

–Al interés en la novela gráfica como género y al hecho que la gente cree que se trata de una especie de versión ilustrada de El código Da Vinci.

–Hace poco tradujiste al inglés El llano en llamas, de Juan Rulfo.

–Contiene algunos de mis cuentos favoritos.

–¿Fue difícil hacer la traducción?

–Rulfo es un escritor de pocas palabras. Mejor dicho, es un escritor de silencios. ¿De qué manera puede uno traducir esos silencios?

–¿Por qué eres escritor? ¿Podrías visualizarte en alguna otra profesión?

–En realidad, yo soy un maestro de escuela que escribe en sus tiempos libres. Eso es lo que más me gusta hacer. Sin la estimulación que recibo de mis estudiantes sería una sombra.

–¿Qué epitafio te gustaría tener en tu tumba?

–“El sueño es un 1/8 de la muerte”.

–Es cierto que pronto publicarás tu traducción complete del Quijote al espanglish?

–Sí, en caricaturas.

–Terminemos con un comentario sobre la Real Academia Española. Tú has sido apodado el Antonio de Nebrija moderno. En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara hiciste un pronunciamiento en el que asegurabas que cada cultura tiene la academia que se merece.

–Yo creo que es fundamental tener una autoridad en materias verbales. La RAE confunde autoridad con autoritarismo. El mundo de habla inglesa no tiene una academia. ¿Es más caótico en el ámbito lingüístico que el nuestro? Lo dudo. La RAE es una institución del siglo XVIII que sigue atrapada en ese siglo. Hace poco, precisamente en Guadalajara, los organizadores invitaron a uno de los distinguidos eruditos de la RAE a que debatiera conmigo el tema del futuro del idioma español. El caballero decidió no presentarse para así no agitar las aguas. ¿Acaso no merecemos siquiera el diálogo?