Hace poco el rector José Narro Robles tuvo lo que él mismo llamó una revelación laica, pues de pronto se dio cuenta que los cartones del caricaturista Rogelio Naranjo son una vacuna para que la sociedad no caiga en la resignación, el cinismo y la aceptación de lo que está mal.

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien la noche del jueves inauguró la exposición Vivir en la raya: el arte de Rogelio Naranjo, que reúne más de 500 piezas y es la mayor retrospectiva suya, agradeció al pintor y monero ese antídoto contra el conformismo, un estado de las cosas que a nadie conviene.

Múltiples facetas creativas

En el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (Eje Central Lázaro Cárdenas y Ricardo Flores Magón, en la Plaza de las Tres Culturas), el rector de la máxima casa de estudios destacó que muchas de las peores condiciones que hoy están presentes en la vida de México, y a las que todos deberíamos decir ya basta, han persistido durante varios siglos: pobreza, desigualdad y exclusión.

En la ceremonia, en la que Rogelio Naranjo prefirió no tomar la palabra, estuvo la coordinadora de Difusión Cultural, María Teresa Uriarte, entre otros.

Por ahí, entre las decenas de asistentes, andaba Eduardo del Río Rius y otros compañeros y amigos de Naranjo, como José Hernández, caricaturista de La Jornada, además de la escritora Elena Poniatowska. Luego de la ceremonia se hizo un recorrido, guiado por la periodista Angélica Abelleyra, una de las curadoras de Vivir en la raya, que permanecerá hasta julio.

La exposición montada en el salón Juárez es resultado de la revisión de un acervo de 10 mil 300 dibujos donados por el caricaturista a la UNAM en 2010, además de otras piezas que conserva Naranjo, pretende mostrar sus facetas creativas: la primera etapa de pintor, el paso a la caricatura en los años 60, las imágenes eróticas, lúdicas y oníricas, y sobre todo, la caricatura política. Se observan pinturas, retratos, joyería, arte objeto, carteles, libros, y muchos monos.