jornada


letraese

Número 198
Jueves 3 de Enero
de 2013



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate


Eternamente cansados

El malestar puede confundirse con una gripa, sin embargo, enciende los focos de alerta cuando el cansancio extremo persiste por más de seis meses. Es el síndrome de fatiga crónica, enfermedad que podría estar relacionada con el estrés y el acelerado ritmo de vida actual.

Marisol Flores

Mariana tiene 44 años pero desde hace una década habita un cuerpo como de una persona de 80. Hace seis meses le diagnosticaron Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), enfermedad poco conocida
en México.
Para ella y su familia fue difícil encontrar un diagnóstico y por consecuencia, un tratamiento adecuado. Desde los 30 años, Mariana comenzó a sentir un cansancio inexplicable que no se le quitaba con nada y durante años buscó una solución pero ningún médico acertaba, pues los estudios no revelaban nada. No obstante, el dolor, fatiga, y pesadez del cuerpo eran reales y se agravaron con el tiempo.
Se enteró de que padecía SFC y fibromialgia, por lo que el pasado 8 de octubre viajó de Querétaro a la ciudad de México a la celebración del día nacional del paciente reumático y contactó a la Asociación Mexicana de Fibromialgia y Fatiga Crónica A.C. (AMEFFAC), organización que ofrece información actualizada y confiable sobre estas enfermedades.

Agotamiento extremo
El sentirse eternamente cansados, con dolores en las extremidades y una sensación de gripa interminable, es la descripción de los síntomas que padecen los pacientes de SFC, enfermedad cuya característica es el agotamiento extremo persistente por más de seis meses.
Hasta el momento, esta enfermedad es poco conocida, de modo que en la mayoría de los casos se vuelve crónica, explicó Elsa Ruvinskis Pérez, investigadora del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El síndrome daña a las personas en su entorno social, familiar y laboral, ya que los pacientes no pueden desvelarse ni salir, todo el tiempo están en reposo y se sabe que pueden perder hasta 50 por ciento de su capacidad para realizar actividades cotidianas. De no atenderse, puede conducir al aislamiento social, poca productividad laboral y a una sensación de desesperanza porque los enfermos a menudo se sienten inútiles, informó la especialista.
La población mayormente afectada oscila entre los 24 y 45 años, que es un sector en edad productiva, y con una proporción de 9 mujeres por un hombre, explicó.
Sus síntomas son parecidos a los de una gripa: dolor de cabeza, fiebre, dolor muscular, falta de concentración y problemas de memoria.
Hasta el momento se desconoce el origen del mal, explicó Ruvinskis, aunque se le ha relacionado con enfermedades infecciosas; por su sintomatología a menudo se confunde con cuadros de fibromialgia y estados depresivos, de modo que el síndrome se detecta luego de descartar estos padecimientos.

Buscando la causa
De acuerdo con Juan Manuel Miranda Limón, médico del Colegio Mexicano de Reumatología, recientes estudios en pacientes con SFC muestran evidencia de infecciones latentes con varios virus de herpes, que incluyen el de Epstein Barr, el HHV-6 y el citomegalovirus.
Asimismo, el especialista enfatizó que el SFC no es una forma de depresión, sino que es consecuencia del impacto de las enfermedades en las vidas de las personas. Destacó también los siguientes síntomas: un pobre funcionamiento de las células de defensa contra las enfermedades virales, déficit cognitivo e hipotensión ortostática, esto es, que el cuerpo no es capaz de mantener la presión sanguínea adecuada minutos después de que la persona se ha puesto de pie.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el síndrome desde 1989 como una enfermedad, y ya aparece en el Manual de Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades. Según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en 2008 un millón de mexicanos podría haber sufrido esta condición. La misma OMS estima que en el mundo la padece entre 0.3 y 0.5 por ciento de la población. Al respecto, el ex vicepresidente del Colegio Mexicano de Reumatología comentó que proporcionar cifras es arriesgado debido a la rareza de la enfermedad.
Miranda Limón dijo que perder el tiempo al buscar el diagnóstico correcto es otro de los factores que complica el SFC. Lo anterior se debe a que hasta el momento no se cuenta con un tratamiento específico. Sin embargo, para tratar de mejorar la calidad de vida del paciente hoy en día se recetan analgésicos, otros medicamentos y se recomienda hacer poco ejercicio.
También se sugiere practicar técnicas de relajación ya que entre los factores que empeoran la calidad de vida están el estrés y el ritmo de vida actual, dijo el especialista, quien actualmente trata a un hombre de 33 años por este síntoma y que refiere sentirse "atrapado en un cuerpo cansado".
Sostiene que se trata de una enfermedad rara que, aunque se ha encasillado dentro de las enfermedades neurológicas, debe tratarse de manera integral, es decir, es necesario acudir con un psicoterapeuta, un médico internista, un nutriólogo y un psiquiatra. Empero, un médico promedio debería tener los conocimientos mínimos para detectar y manejar a tiempo el síndrome de la fatiga crónica.

 

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