Economía
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Cualquier incremento en las tasas de interés de la deuda pública dificultará la situación

Dependerá de los mercados que España solicite rescate al BCE, advierten expertos

La economía está asfixiada porque altos réditos matan cualquier proyecto de inversión, dicen

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El primer ministro de España, Mariano Rajoy, este viernes, en el palacio de la Moncloa, en MadridFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 30 de diciembre de 2012, p. 23

Madrid, 29 de diciembre. España concluyó el año sin recurrir a la ayuda financiera del Banco Central Europeo (BCE), pero continúa a merced de los mercados el próximo 2013, cualquier incremento en las tasas de interés de su deuda hará difícil evitar el rescate europeo, consideran los analistas.

El país está tomando la dirección adecuada, cumpliendo con la reducción de déficit, afirma Rafael Pampillón, director de análisis económicos en la Escuela de Negocios IE, pero al final, todo depende de los mercados.

Un cambio en la política económica italiana, nuevas dudas sobre la capacidad de España para hacer frente a sus vencimientos de deuda, muchos son los factores que pueden volver a disparar la prima de riesgo española –la diferencia entre lo que pagan España y Alemania por financiarse a 10 años– a niveles difícilmente sostenibles, señaló Pampillón.

Durante el verano, la prima de riesgo de la cuarta economía de la zona euro superó los 600 puntos y pocos pensaron que podría escapar de la ayuda europea.

El anuncio en septiembre de la creación de un mecanismo que permite al BCE comprar deuda de forma ilimitada de los países de la eurozona que lo soliciten, bastó para marcar un punto de inflexión y calmar la tensión de los mercados. Desde entonces, la mayoría de economistas y responsables políticos coinciden en que la probabilidad de un rescate español es menor, por lo menos a corto plazo.

No es imposible que lo soliciten (el rescate) pero intentarán retrasarlo todo lo que puedan. Y en este momento parece que pueden hacerlo durante mucho tiempo, considera Edward Hugh, economista británico que reside en Barcelona.

Sin embargo, el país, ha afrontado una economía en recesión y un elevado déficit público, no se ha librado del escepticismo de los inversionistas. La prima de riesgo, que muestra el grado de recelo de los mercados, cerró el viernes en 394 puntos.

Este nivel no es viable a largo plazo, según Jesús Castillo, economista de Natixis, las tasas a 10 años que fijan el costo al que se financia el gobierno también determinan en gran parte el financiamiento de empresas y hogares.

Si la economía española se encuentra asfixiada, es porque un nivel de tipos de interés alto mata todo proyecto de inversión, explica.

Una lógica que parece defender el rescate es la compra de deuda española por el BCE dando un respiro a la economía, que tiene más de 25 por ciento de la población activa desempleada y cuyo PIB debería bajar 0.5 por ciento en 2013, tras una contracción de 1.5 por ciento en 2012, según las previsiones del gobierno.

El presidente español Mariano Rajoy repite incesantemente que se decidirá por el rescate en función del interés general del país. Sin embargo, aparte de la política de austeridad sin precedente aplicada por su gobierno, debe considerar las contrapartidas que Bruselas podría exigirle a cambio de una ayuda, así como el costo político de un rescate.

Según un sondeo publicado la semana pasada por la empresa de estudios InvyMark para una cadena de televisión española, 54.5 por ciento de los encuestados consideran que Rajoy no debería pedir el rescate, frente a 31.5 por ciento que estiman aconsejable hacerlo. Más de dos tercios (69.1 por ciento) consideran que una ayuda europea no sería positiva para los ciudadanos españoles.

En cuanto a la patronal española, que incitaba en septiembre a Madrid a pedir rescate a Bruselas, se volvió mucho más prudente en sus últimas declaraciones, considerando que nuevos recortes en el gasto público podrían ser contraproducentes.

Es urgente esperar podría convertirse en una consigna de moda en 2013, ya que los mercados considerarían ventajoso en la situación actual, es difícil encontrar un alto rendimiento y su deuda es buena para ese rendimiento, señaló Hugh.

Por otra parte el presidente del Bundesbank alemán, Jens Weidmann, advirtió a los políticos del peligro de relajar sus esfuerzos por superar la crisis que atenaza a gran parte de Europa.

Las causas de la crisis distan mucho de haber sido superadas, señaló en declaraciones que adelanta hoy el dominical alemán Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung.

El latente cansancio de tanta crisis puede convertirse en un peligro si la clase política se desentiende de la crisis y espera que el banco emisor le saque las castañas del fuego, previno.

Weidmann negó que el anuncio del Banco Central Europeo de apuntalar a países en dificultades a través de la compra ilimitada de títulos públicos haya marcado un punto de inflexión.

Temo que surjan riesgos para la política de estabilidad y el peligro de que se entremezclen la política monetaria con la fiscal, expresó uno de los principales críticos de las decisiones del presidente del BCE, el italiano Mario Draghi. El banco central sólo puede redistribuir de forma ilimitada el riesgo de solvencia entre los países de la eurozona, lo que es una especie de seguro, explicó Weidmann, pero sostuvo que esto no estabilizaba más al sistema. El eurosistema no puede acercarse a la financiación monetaria de los Estados.