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Expuestos en avenida Juárez frente a la Alameda, con sus historias le dijeron adiós a Calderón

Bordando por la Paz plasmó en pañuelos los casos de 3 mil asesinados o desaparecidos

Con hilo rojo o verde sobre tela blanca, según se tratara, recuperaron el recuerdo de los ausentes

 
Periódico La Jornada
Domingo 2 de diciembre de 2012, p. 19

Algunos emulan una nota periodística, otros parecen poemas, pero todos son una denuncia y una exigencia de justicia por los miles de muertos que dejó la guerra contra el narcotráfico emprendida por el ahora ex presidente Felipe Calderón. Son miles de pañuelos blancos bordados a mano con el nombre, la historia, la memoria de los que ya no están.

13-04-2011. En Villa Hermosa, Tabasco, el cuerpo de un campesino fue encontrado en avanzado estado de descomposición, en una tumba clandestina, hace 5 días había sido reportado como desaparecido, se lee en uno. Por los besos que no dio, se lee en otro.

Hasta hoy, 3 mil han sido rescatados del olvido, y con sus historias le dijeron adiós a Calderón, desde la avenida Juárez, frente a la Alameda Central, donde se dieron cita mujeres que participan en el movimiento de colectivos Bordando por la Paz.

Entre ellas estaba Carolina, una pequeña de diez años y medio que aseguró que bordar un pañuelo sirve para que la gente entienda que no hay que asesinar.

En la ciudad de México, los bordadores se estuvieron reuniendo en la plaza de Coyoacán y sobre la calle de Madero, a la altura del Eje Central. Lo primero que atraía la atención de los transeúntes era un tendedero de pañuelos blancos con bordados rojos (asesinados) y verdes (desaparecidos), y frente a él, mujeres y hombres bordando.

Esta escena fue la que atrajo a Olga Pérez, de 77 años, cuando iba por Madero, luego de haber asistido a una acción convocada por #YoSoy132. Se acercó, le contaron de qué se trataba y a partir de ese día, cada domingo ha estado ahí. Para ella, bordar representa acompañar a los familiares que han perdido a hijos, esposos, padres, hermanos. Solidarizarme. Es como si fuera una oración para cada uno. Es afirmar que no están olvidados.

La mayoría de los 3 mil casos que en total se bordaron los obtuvieron del sitio Nuestra Aparente Rendición, en el cual se realiza un conteo nacional de los muertos por la violencia en México.

George Anna Clark West, quien vive en Tehuixtla y ha estado muy activa en el proyecto en Morelos, opina acerca de por qué cree que bordar un pañuelo tenga impacto: El proceso mecánico, en un sentido tranquilo (tiene) un impacto emocional fuerte; también, bordar con gente que de otra manera jamás conocerías, que aparentemente no tiene nada en común contigo, y que siente lo mismo.