Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 28 de octubre de 2012 Num: 921

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Bitácora bifronte
Ricardo Venegas

Monólogos compartidos
Francisco Torres Córdova

La Revolución como novela
Guillermo Vega Zaragoza entrevista con Ignacio Solares

Felisberto y el cuerpo como novedad
Alicia Migdal

Luces y sombras de Felisberto Hernández
Carina Blixen

Las muñecas y Felisberto
Ana Luisa Valdés

XIV encuentro de poetas del Mundo Latino

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Columnas:
Señales en el camino
Marco Antonio Campos
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Cinexcusas
Luis Tovar
Galería
Ilan Stavans
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
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Ricardo Venegas
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Cisco Jiménez: en busca del pensamiento común

Cisco Jiménez (Cuernavaca, Morelos, 1969) se ha centrado en el ángulo no académico de la creación y ha sabido vincular elementos del arte popular con formas regionales del mundo moderno. Sobre Cisco, George Stolz ha escrito en el Art News Magazine de Nueva York: “Cisco Jiménez crea un arte que es simultáneamente enfurecido, juvenil, poderoso y extrañamente delicado...” La aparición del libro Las palabras en la obra plástica de Cisco Jiménez (Eternos Malabares/ Conaculta, 2010), de Elizabeth Delgado, reivindica el sentido de la obra de este artista plástico. Las palabras son una clave para entender su discurso, pero también son un signo del tiempo que le ha tocado vivir. Difícilmente se puede caminar por cualquier calle sin que el graffiti o la mercadotecnia nos obliguen a entender el entorno, a interpretar; ya en alguna entrevista Cisco abordaba el tema de las exposiciones cronológicas, aquellas en las que se reúnen diversos períodos del artista para replantear el camino; sus comienzos con el barroco (en 1989 realizó su primera muestra) y sus derivaciones posteriores confluyeron en el neobarroco, pero también se ha asumido como una obra hija de la postmodernidad. Con una lúcida trayectoria, como lo menciona en el volumen Elizabeth Delgado, Cisco ha sido comparado con pintores del siglo XVIII, para quienes el texto tenía un lugar preponderante en la obra, lo mismo con los exvotos populares, en los cuales se agradece con palabra e imagen el milagro o favor recibido y, por supuesto, está inevitablemente emparentado con el cómic. Cisco es ya una referencia, entre los creadores de su generación, del humor y de la ironía en la plástica. Algunos textos y títulos que aparecen en su obra son:  “Como la economía está de la chingada, mejor les voy a describir las trompas de falopio”, “Tejido culero” (que alude a la degradación humana), “Niños sicarios”, “Narcolangosta”, “Muchos óvulos me dan mucho miedo”, “A mí me va de la chingada”, “Lechemóvil”, Contestadora telefónica con cráter”, “Olmeca intergaláctico”, “Vinagrillo I-phone”, entre muchos otros.

Para Cisco, la tragedia en el arte es que haya una sobrepoblación artística como nunca se había registrado en la historia. Un censo en Estados Unidos afirma que cada año egresan de ocho a diez mil doctores en arte. Es decir, gente capacitada en arte que llega a doctorarse, ya sea como artista, crítico de arte o historiador del arte.

Desde la creación, Cisco también ha sido un simpatizante de movimientos sociales y un crítico de su contexto: “Con el tiempo te das cuenta de que la caricatura política tiene todo el sentido porque está enfocada a eso y al público. Y en el arte más bien llega a ser un ámbito muy desafortunado manejar temas sociales y políticos. A menos que lo hagas usando la metáfora, es decir, algo que pueda conectar a gentes de distintos lugares, de otros idiomas o culturas, pero buscando la manera de encontrar el pensamiento común.”