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Persisten inundaciones y severa escasez de energía eléctrica en el oriente de la isla

El huracán Sandy, uno de los que más daños han causado en Cuba en 10 años
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Autoridades locales calificaron de cuantiosas las pérdidas en infraestructura eléctrica en Santiago de CubaFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 28 de octubre de 2012, p. 21

La Habana, 27 de octubre. Dos días después del duro golpe del huracán Sandy, el oriente de Cuba tenía una severa escasez de energía eléctrica, mientras la zona central del país afrontaba inundaciones causadas por los aguaceros que arrojó el meteoro, señalaron hoy informes oficiales.

El presidente Raúl Castro encabezó un Consejo de Ministros, que acordó posponer para el año próximo el ejercicio militar Bastión 2012, previsto para noviembre, sostuvo el telediario nocturno.

Aún sin un balance definitivo, Sandy se ubica ya entre los desastres naturales más agresivos de los últimos años, como los huracanes Michelle (2001), Dennis (2005) y el efecto combinado de Gustav, Ike y Paloma (2008).

La agencia Prensa Latina, que citó una fuente oficial de Caracas, informó que Venezuela enviará 611 toneladas de asistencia humanitaria a Cuba y Haití, por el impacto del ciclón.

El noticiero de la televisión informó que en el Consejo de Ministros el titular de Industria Básica, Alfredo López, calificó de severas las pérdidas en la infraestructura eléctrica en la provincia de Santiago de Cuba.

Reportes previos de la zona indicaron que en la ciudad del mismo nombre, capital provincial, hubo 985 postes de electricidad caídos, por lo cual la mayoría de la población seguía sin servicio.

En la sesión del gobierno se informó del envío de ayuda de emergencia al oriente y el traslado masivo de operarios de electricidad y telefonía para reparar los daños en esos servicios.

El ministro de Transporte, César Aroche, dijo que ya se había restablecido el tráfico aéreo desde y hacia el oriente, y había reanudado operaciones el puerto de Santiago. Menos la provincia de Guantánamo, en el resto de la zona también funcionaba el ferrocarril.

Las provincias de Villa Clara, Cienfuegos, Sancti Spiritus y Ciego de Ávila, en el centro de la isla, soportaban hoy crecidas de ríos e inundaciones.

La Autopista Nacional, de ocho carriles, y la más reducida Carretera Central quedaron cerradas en algunos tramos, por lo que la comunicación terrestre en la zona se colapsó.

Jorge Martínez, funcionario del poblado de La Sierra, en el municipio de Encrucijada, Villa Clara, dijo a la prensa local que estas eran las mayores inundaciones de los últimos 30 años.

La televisión transmitió desde esa región imágenes del salvamento de pobladores atrapados en los techos de sus casas, rodeadas de agua. Ahí tuvieron que intervenir helicópteros militares para rescatar a los damnificados de uno en uno.

En el norte de Villa Clara y Ciego de Ávila están varios de los cayos turísticos más importantes, cuya situación aún se desconoce. La vecina provincia de Matanzas también registraba hoy inundaciones en campos y ciudades.

En el oriente, además del servicio eléctrico, los daños materiales más importantes se concentran en la vivienda, según los reportes disponibles hasta el sábado.

Sólo en la provincia de Santiago de Cuba hubo daños en 132 mil 733 viviendas, de las cuales 15 mil 322 quedaron derrumbadas por completo, según el balance oficial. Más de 500 escuelas estaban dañadas.

Los centros de emergencia, como los hospitales, funcionaban con grupos electrógenos, plantas móviles que se activan con diesel y fuel oil.

En la vecina provincia de Holguín los municipios más castigados fueron los de Banes y Antilla, en la costa nororiental. Entre las dos poblaciones había mil 52 viviendas desplomadas por completo y 2 mil 184 con daños parciales severos.

Aún se desconoce el impacto en el balneario de Guardalavaca, pero la carretera que une ese polo turístico con la ciudad de Holguín, capital provincial, estaba obstruída por árboles y postes caídos.

La televisión mostró al pequeño poblado pesquero de Tortuguilla, en la provincia de Guantánamo, donde había una docena de viviendas. Autoridades y vecinos descubrieron con estupor que el mar y el viento arrasaron con todo y sólo dejaron un amasijo de arbustos retorcidos.

En La Habana el efecto principal fue de fuertes lluvias y vientos que provocaron el cierre del Malecón, la popular avenida costera, que estaba inundada en tramos.