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En la guerra de Calderón, las víctimas, las más olvidadas, afirman en foro de la CEM

El Estado, sin poder para debilitar al narco y menos para vencerlo, afirman expertos
 
Periódico La Jornada
Jueves 4 de octubre de 2012, p. 9

Académicos, defensores de derechos humanos e integrantes del clero afirmaron este miércoles, en la inauguración del Encuentro fe y cultura, diálogo por la paz, que en la estrategia contra el narcotráfico que desplegó la administración del presidente Felipe Calderón han sido las víctimas inocentes las más olvidadas, tanto por algunos sectores de la población como por el propio gobierno, para el cual sólo son daños colaterales.

La doctora Isabel Cabrero Villoro, investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, criticó que ante tanta violencia y crueldad nos hemos ido endureciendo y señaló que uno de los aspectos más deleznables es que el gobierno niegue a las víctimas en vez de ocuparse de ellas.

Cabrero Villoro manifestó que el gobierno llevó al país a la aventura de una guerra violenta contra la delincuencia organizada con un cuerpo jurídico que no es confiable y abundancia de corrupción en los diversos niveles de gobierno, por lo cual, afirmó, ante los resultados en muerte y dolor que ha dejado la estrategia, lo evidente es que “actualmente las instituciones del país no tienen el poder para debilitar al narco y menos para vencerlo”.

Acerca de la actitud que ha asumido Calderón, expuso que el Presidente se apresura en aparecer en los funerales de los funcionarios públicos que han caído en la lucha contra el crimen, pero está ausente en cuerpo y palabra en el dolor cotidiano de la población.

Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, indicó que en el contexto del combate al narcotráfico debemos pensar mucho más en las víctimas. Manifestó que a pesar de que es innegable que ha habido abusos de autoridades y militares, la opción tampoco sería no hacer nada ante el “exorbitante poder que tiene el narco; no podemos quedarnos inermes y decir que hagan lo que quieran”.

Sostuvo que en el camino para mermar el poder del crimen organizado el gobierno tendría que mejorar la situación social y proporcionar más educación y empleos, entre otros aspectos.

Al respecto, Cabrero Villoro resaltó que es evidente que no es la violencia la única vía para enfrentar al narco y dijo que deben buscarse otros caminos, que quizás sean más largos, pero tal vez más efectivos y, sobre todo, sin tanto dolor.

En el encuentro, organizado por la Dimensión de Cultura de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), en la mesa denominada Dolor y sufrimiento de un país, por medio de un mensaje escrito el poeta Javier Sicilia expresó que la lucha contra el narcotráfico ha matado en los seis años recientes a más seres humanos y ha destruido más familias que la adicción a la droga. Como víctima, dijo que lo que debería hacerse es terminar con esta absurda y dolorosa guerra.

En el escrito, titulado El sufrimiento de un país en sus víctimas, Sicilia critica que durante la aplicación de la estrategia contra el crimen organizado no sólo se ha dado una lenta pérdida de los derechos civiles, sino que se ha ignorado el dolor de las víctimas y de sus familiares.

Acota que debido a la existencia de una lógica perversa de egoísmo, en la que se considera que las desgracias siempre le ocurren a otros, y ante la “abdicación más perversa del Estado, el cual en su “propaganda las ha querido borrar y reducir a ese ‘se están matando entre delincuentes, a bajas colaterales o a algo habrán hecho’” se justifican las acciones.

Arizmendi Esquivel, presidente de la Dimensión de Cultura de la CEM, criticó que Estados Unidos provea de armas al crimen organizado y que el consumo de drogas en ese país incentive el tráfico a través de México.