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El Partido de la Libertad y la Democracia vence con mayoría relativa

El primer ministro de Holanda, sin mayoría suficiente para formar gobierno
 
Periódico La Jornada
Viernes 14 de septiembre de 2012, p. 37

La Haya, 13 de septiembre. El primer ministro de Holanda, el liberal Mark Rutte, se declaró ganador de las elecciones generales celebradas el miércoles, tras imponerse con una mayoría relativa pero insuficiente para formar gobierno en solitario, que podría forzar al Partido de la Libertad y la Democracia a formar nuevamente un Ejecutivo de coalición, aunque esta vez sea con sus tradicionales rivales, los laboristas.

Rutte entregó su renuncia a la reina Beatriz el 24 de abril con el propósito de convocar a elecciones anticipadas y superar el conflicto político que provocó ese mes el desacuerdo en torno a un plan de austeridad que pretendía poner un límite de 3 por ciento al déficit presupuestal de la administración, una tasa que se ha convertido en el punto de referencia para las debilitadas economías de la zona mediterránea.

El partido de Rutte obtuvo 41 de las 150 curules de la Cámara de Diputados, 10 más que en los comicios de 2010. El segundo lugar quedó en manos de los laboristas encabezados por Diederik Samson, con 39 sillas parlamentarias, nueve más que hace dos años.

Otras dos organizaciones del sistema multipartidista holandés se adjudicaron respectivamente 15 legisladores, el ultraderechista Partido de la Libertad, al mando de Geert Wilders, y el Partido Socialista, dirigido por Emile Roemer.

Aunque liberales y laboristas han descartado las especulaciones sobre una coalición, las dos organizaciones están en condiciones de alcanzar la mayoría en el Parlamento y encabezar el gobierno.

Lo anterior sería un raro resultado en un país donde las coaliciones de tres o cuatro partidos políticos son usuales y donde las negociaciones para formar gobierno duran meses, a causa de la atomización político-partidista.

El gobierno de Rutte se distinguió en los dos últimos años por su postura radical en contra del sobregiro en el gasto público en España, Grecia, Irlanda e Italia, por lo que es partidario de imponer la misma disciplina fiscal, promovida también desde la Unión Europea.

Samson, en cambio, destacó durante la campaña electoral la necesidad de detener los recortes presupuestales, para así estimular la actividad económica nacional con el gasto público.