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El sábado, en festival jarocho, el compositor recibirá la medalla Guillermo Cházaro Lagos

La décima permite denunciar, cantar y soñar: Patricio Hidalgo

Destaca el resurgimiento de la cuarteta, la quintilla y la sextilla; gran dinamismo en la espinela

En el Monumento a la Revolución habrá derroche de poesía y baile tradicional

 
Periódico La Jornada
Jueves 30 de agosto de 2012, p. 8

El próximo sábado primero de septiembre, en el Monumento a la Revolución, se realizará el quinto Festival de la Décima Guillermo Cházaro Lagos, que reunirá a grupos de son jarocho, huasteco, danzón y a poetas mexicanos de Tlacotalpan y San Andrés Tuxtla, Veracruz; del Distrito Federal, y de Puebla. Además, presentará con poesía mexicana, baile tradicional, venta de artesanías y comida típica.

Uno de los ingredientes principales será la entrega de la medalla Guillermo Cházaro Lagos al compositor, jaranero, arpista y decimista Patricio Hidalgo, por su incansable labor de difundir y revitalizar el son jarocho a lo largo de 25 años. Sostuvimos una charla con este compositor.

–Maestro, ¿qué sensación le produce el homenaje que le realizarán en el próximo Festival de la Décima?

–Me produce la sensación de que es un acto que sinceramente no me esperaba en la vida, y cuando me plantearon esta posibilidad siempre dije que no lo merecía porque he tenido muchos maestros que siento que lo merecen antes que yo. Creo que es una cuestión cultural, porque de niño nunca supe que le hicieran un homenaje a algún jaranero de Apixita o sus alrededores, y parece que desde hace unos 30 años a la fecha se le empezó a poner luz y sonido al son jarocho tradicional y al fandango; en los templetes iluminados surgieron los homenajes.

En nombre de varios

“Pero, en fin –continúa el músico–, cuando me lo re-replantearon me hicieron reflexionar profundamente –desde la punta del pelo a la uña del pie– y sentí viva la voz de don Guillermo Cházaro Lagos, y acepté por esa gran amistad que hubo con él y que hoy conservo con su familia. También acepté este homenaje y les dije que lo voy a recibir en nombre de mi padre, Patricio Hidalgo Molina, que fue quien me enseñó la música y la poesía; en nombre de la tierra de Apixita y de sus jaraneros; en nombre de Mono Blanco, Chuchumbe, Quemayama, Tembembe y Afrojarocho; de todos los fandangueros que me han enseñado; en nombre de mi familia, mi esposa y mis hijos por la lección de amor y comprensión.”

–¿Dónde considera que está el encanto de la cultura musical de Veracruz y de la tradición de la décima?

–Considero que la magia de la cultura musical de Veracruz está en su raíz histórica, es decir, en la combinación de sus fragmentos árabes, ibéricos, africanos e indígenas, que no sólo siguen vivos después de haberse mezclado, sino que se están desarrollando en esta geografía musical, porque hoy vemos claramente que, ya configurado el son jarocho tradicional, es capaz de viajar por el mundo, igual que el río o el viento.

“En cuanto a la décima, podemos decir que la estrofa que ya hizo nido en el Sotavento es la décima espinela y que hoy por hoy goza de mucha popularidad. A mi modo de ver, creo que su encanto está en su estructura, pues al ser una estrofa de 10 versos permite desarrollar un tema, sobre todo a la hora de improvisar, y pienso que tener mayor espacio también da la sensación de libertad.

“La décima te permite abordar todos los temas, declamar, cantar, soñar y denunciar. Muchos decimistas están escribiendo y cantando lo que pasa en México; están hablando de los focos rojos prendidos en la sociedad, por ejemplo. Quienes lo han hecho posible en el pasado son versadores como Díaz Mirón, Pedro Hidalgo, Paco Píldora, don Gabriel Hernández, don Rodrigo Gutiérrez, don Aurelio Morales, Tío Costilla, don Arcadio Hidalgo y don Guillermo Cházaro Lagos, entre muchos más. Actualmente lo están haciendo posible versadores como Zenen Zeferino, los hermanos Domínguez Medina, Fernando Guadarrama, Carlos Adolfo Rosario, Samuel Aguilera, don Diego Cruz, Gilberto Gutiérrez y muchos más.”

–¿Cómo siente que se ha transformado o reinventado la música, en específico, la labor del decimista en la cultura veracruzana en todos estos años que usted la ha presenciado?

–Actualmente se vive un movimiento llamado jaranero, que tiene unos 30 años. Trajo consigo muchos cambios: crecieron los fandangos, se empezaron a realizar muchos festivales y encuentros de jaraneros; a hacer arreglos para los sones del fandango, a componer otros nuevos, y se está recuperando el género de la conga en la cultura musical jarocha. Una de las cosas más importantes indudablemente ha sido, junto con el crecimiento musical, el desarrollo de la versada hacia los sones viejos, porque se ha refrescado el acervo poético para estos sones que se bailan en la tarima, incorporando nuevos versos al repertorio del fandango popular. Hay un resurgimiento de la cuarteta, la quintilla, la sextilla, la seguidilla y un gran dinamismo en la espinela.

“Los decimistas gozan de mucho prestigio en este momento, porque por primera vez existe un reconocimiento declarado en libros recientes, como los de Alexis Díaz Pimienta, de Cuba; de Rafael Zalazar y María Teresa, de Venezuela, de Maximiano Trapero, de España, y de muchos otros decimistas –investigadores de Iberoamérica– a la gran labor de los compositores actuales que tienen que ver con la literatura jarocha, a través del son.”

–¿Cómo se siente usted creativamente?

–Siento que estoy en un momento clave. He retomado todas las composiciones que tenía por ahí, guardadas en los cuadernos; las estoy echando a andar. También he iniciado la selección y captura de mi versada para editarla por primera vez. Estoy participando más activamente como repentista, tanto en el proyecto Afrojarocho, como en los fandangos comunitarios; también siendo invitado del gran músico catalán Jordi Savall, quien me permite improvisar décimas y seguidillas en sus conciertos. Y todo esto es un gran disfrute y algo inigualable.

–¿Considera que el son y la décima están de moda?, ¿cómo la ve de salud?

–Sí, creo que sí se le puede llamar moda a un género como el son jarocho, que es tradicional. En lo particular nunca me han gustado las modas, y creo que nunca me he dejado atrapar por alguna. Te condicionan, terminas como atrapado; quizá muchos se escapen, otros no. Me gustaría que la creatividad se convirtiera en una moda, eso sí me gustaría. Podría combatir a las que terminan por imponernos un estilo de vida. En ese sentido, una música como el son jarocho nos invita a la creatividad, y ojalá eso se convirtiera en una moda y no el hecho de aprender a tocar son para subirse a un escenario y estar frente a las luces, simplemente.

El quinto Festival de la Décima Guillermo Cházaro Lagos se realizará el próximo sábado primero de septiembre en el Monumento a la Revolución, a partir de las 10 horas.