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Estudios de suelo determinaron riesgos para más de 45 familias

Derriban dos viviendas construidas sobre cascajo y basura en A. Obregón
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Las viviendas marcadas con los números 2111 y 2013 de avenida Centenario, en la colonia Segundo Reacomodo Tlacuitlapa, en Álvaro Obregón, fueron demolidas por trabajadores de la delegación por significar un riesgo para sus moradores y familias de casas aledañasFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Jueves 16 de agosto de 2012, p. 35

Sobre cascajo y desechos fueron construidas dos viviendas en avenida Centenario, en la delegación Álvaro Obregón. Y ante el deterioro que presentaban por los movimientos del suelo, se detectó que estaban a punto de caer, lo que a su vez ponía en riesgo a 45 familias que viven en 15 viviendas colindantes.

Los predios marcados con los números 2111 y 2113 de la colonia Segundo Reacomodo Tlacuitlapa, se presume, son parte de una zona de barrancas que sirvió de tiradero de cascajo durante los sismos de 1985, por lo que ayer comenzó la demolición de las viviendas propiedad de Gabriela García Labastida y Rosa Isela Espinosa Cano.

El encargado de despacho de la jefatura delegacional, Erick Reyes, explicó que se determinó tirarlas luego de una serie de estudios que concluyeron que los inmuebles eran de alto riesgo, por lo que desde enero pasado fueron desocupados y las dos familias incorporadas al programa de renta, por lo que reciben 5 mil pesos mensuales.

Detalló que con los primeros estudios se identificó que parte del subsuelo estaba compuesta por rellenos heterogéneos (cascajo y basura), los cuales se encontraban a 4.30 metros de profundidad, que aunados a la fuerte saturación de humedad dieron las condiciones causantes de grietas.

También encontraron la entrada de una posible mina que no está asociada a los asentamientos diferenciales del suelo que afectaron a las viviendas; sin embargo, ya fue rellenada con una mezcla de tepetate, bentonita y calhidra.

Ante esa situación, que pone en peligro a las familias, además de afectaciones viales, porque en caso de caer también resultaría dañada la avenida Centenario, se determinó la demolición. El resultado de diversos estudios arrojó que si las viviendas permanecían en pie podrían afectar a otras 15 que se ubican en los zonas de colindancia, expuso el funcionario.

A pesar de que las normas de construcción señalan que el propietario del inmueble está obligado a realizar las obras de refuerzo y renovación, el gobierno de la delegación Álvaro Obregón decidió realizar los trabajos y eliminar los riesgos para las familias.

Las labores, que empezaron ayer por la mañana, están a cargo de 20 trabajadores, quienes no utilizarán maquinaria pesada en los trabajos por la inestabilidad del terreno. Una vez concluidas se determinará si es viable construir nuevamente la viviendas.