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Lo dejamos operar, le exigimos resultados, pero no nos metemos en el día a día, propone

Convertir Pemex en organismo autónomo como el BdeM, plantea Suárez Coppel
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El director de Pemex, Juan José Suárez Coppel, en el foro sobre estrategias energéticasFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de julio de 2012, p. 31

La conversión de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) en un organismo autónomo como el Banco de México fue propuesta este martes por Juan José Suárez Coppel, director general de la petrolera, que aporta uno de cada tres pesos del gasto público.

Tenemos subsidios que van directo a los resultados de Pemex, tenemos un régimen fiscal que le falta un ajuste fino que no va a quebrar al país y tenemos un pasivo laboral muy importante que hay que restructurar, y hay que capitalizar a la empresa, expresó Suárez Coppel, al participar en el foro de estrategias energéticas. Petróleos Mexicanos, aseveró, no puede ser competitivo bajo las actuales condiciones en las que opera.

Las alternativas de reformar Petróleos Mexicano y la industria petrolera del país, sostuvo Suárez Coppel, empiezan por la transformación de la empresa energética en un organismo autónomo, como es el Banco de México.

En 1993 entró en vigor una reforma que dotó de autonomía al banco central, para que ya no dependiera del Ejecutivo federal. Ese organismo tiene su propia junta de gobierno, que es nombrada por el Senado a propuesta del presidente y es la única instancia que decide sobre política monetaria. El gobernador y los subgobernadores tienen periodos que no coinciden con los sexenios presidenciales.

El primer punto es por qué no hacemos a Pemex un Banco de México, en el sentido de que lo dejamos operar. Le exigimos resultados, pero no nos metemos en el día a día. Eso requeriría cambio de gobierno corporativo, saneamiento financiero, independencia presupuestal y, en ese modelo, los bonos ciudadanos serían una opción muy interesante. ¿Por qué? Porque gran parte de la aportación de Pemex (a las finanzas públicas) sería a través de dividendos (ahora es mediante el pago de impuestos). Un bono ciudadano que pagara un porcentaje de los dividendos de la empresa sin dar derechos corporativos, que es la idea del bono ciudadano, sería un papel que tendría un rendimiento muy importante, muy interesante y seguridad financiera.

Un siguiente punto en la secuencia de reforma esbozada por Suárez Coppel es que la paraestatal trabaje como empresa, aun cuando sea el único operador en el mercado, tal como, ejemplificó, lo hace la empresa estatal de Arabia Saudita. El punto es sacar a Pemex de todas las restricciones que le imponen ser una empresa paraestatal, básicamente –aunque no lo especificó así– la restricción para elaborar su presupuesto, que ahora pasa por el diseño y aprobación del Congreso.

Esas son las decisiones que se tienen que tomar como industria y en Pemex: el paso a un organismo autónomo y el paso a no paraestatal serían cambios cuánticos para como operamos en la empresa. Tenemos el recurso, tenemos la gente, tenemos la capacidad de crear valor nada más haciendo a Pemex que funcione como empresa. Queremos que Pemex compita y está bien, pero no en las actuales condiciones.

Nuevo marco legal, plantean

En el mismo foro, Jordy Herrera, secretario de Energía, sostuvo que el sector energético nacional requiere un nuevo marco legal y fiscal para enfrentar con éxito los retos de los siguientes años, relacionados con sostener la producción de petróleo e incrementar la de gas.

Es fundamental ver hacia futuro para sostener la producción de petróleo e incrementar la producción de gas, así como tener la infraestructura para acercar los recursos energéticos a las necesidades de la demanda, lo cual requerirá, en un horizonte de diez años, más de 2.1 billones de pesos, expuso el titular de Energía. Consideró necesario que se analice con detenimiento la forma en que se hará el financiamiento de la infraestructura requerida por el sector energético en los años por venir, para que México crezca y se siga dotando de insumos energéticos a la economía.

Desconocido destino de los ingresos extras por venta de crudo

En los últimos cinco años, el ingreso extraordinario por la exportación de petróleo crudo a un precio superior al previsto en la elaboración del paquete económico alcanza 500 mil millones de pesos, pero si uno trata de identificar el uso específico que se ha dado a esos recursos va a ser difícil, sostuvo, también en ese foro, Sergio Benito Osorio, fundador del Observatorio Ciudadano de la Energía y ex diputado federal.

Los altos precios del petróleo en los años recientes, aseguró, lograron evitar la gran crisis de la hacienda pública, que se abastece, en una tercera parte, de la renta generada por la extracción de petróleo crudo.

Mencionó que la Auditoría Superior de la Federación, órgano de fiscalización de la Cámara de Diputados, ha hecho auditorías exhaustivas a los ingresos extraordinarios por la exportación de crudo y no ha sido posible identificar el uso último de los recursos excedentes, que se confunden con el gasto corriente.

Cada año, la Secretaría de Hacienda y la Cámara de Diputados calculan, con base en una fórmula, un precio promedio de exportación de petróleo, con cuyos ingresos se diseña el presupuesto de egresos de la Federación. Si el petróleo se vende a un precio mayor, como ha ocurrido consistentemente, los recursos extraordinarios son repartidos entre la Federación y los estados, más otra parte que se destina a un fondo administrado por Hacienda.

Ese mecanismo, que opera en el llamado Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros (FEIP), empezó a funcionar en el último mes del gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo, en 2000.

El FEIP coincide con la alternancia y ha habido mucha presión de los gobernadores, a través de la Conferencia Nacional de Gobernadores y una parte de los ingresos extraordinarios van a parar a los gobiernos estatales, que tienen un funcionamiento sumamente opaco, consideró.

Es un problema grave para México que, en un momento en que comenzaron a agotarse algunos de los yacimientos petroleros, no hubo un mecanismo para el uso racional de los ingresos y los excedentes petroleros, opinó.