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Se suma Hermandad Musulmana a protesta para apoyar determinaciones del mandatario

Invalida corte egipcia decisión del presidente de reabrir parlamento

Estados Unidos pide a Egipto respetar principios democráticos para resolver disputas

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El gobernante egipcio, Mohamed Mursi (en la fila de abajo, cuarto de derecha a izquierda), participó ayer con la cúpula castrense en una ceremonia por la graduación de cadetesFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 10 de julio de 2012, p. 27

El Cairo, 9 de julio. La alta corte constitucional egipcia invalidó hoy la decisión del presidente Mohamed Mursi de restablecer el parlamento, con lo cual el mandatario tendrá que librar ahora un diferendo con la justicia y la cúpula militar.

Las sentencias y el conjunto de decisiones de la alta corte constitucional son definitivos. No pueden ser objeto de apelación y son vinculantes para todas las instituciones del Estado, indicó en un comunicado.

El presidente egipcio, del partido político religioso Hermandad Musulmana, decretó el domingo la anulación de la decisión adoptada el 14 de junio por la corte, en virtud de la cual el parlamento, dominado por islamitas, quedaba disuelto y el poder legislativo en manos del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), en el poder desde la caída del presidente Hosni Mubarak, en febrero del año pasado.

El CSFA, que se reunió de urgencia tras el decreto presidencial, comentó este lunes la importancia de la soberanía de la ley y de la Constitución, y dijo confiar en que todas las instituciones del Estado respetarán las declaraciones constitucionales.

La corte invalidó las elecciones legislativas de enero pasado debido a un vicio de forma en la ley electoral que rigió los comicios. La Hermandad Musulmana no tardó en denunciar un golpe de Estado constitucional.

La declaración de la corte suprema se dio a conocer poco después de que el presidente del parlamento, Saad Katatni, anunció que la asamblea reanudaría este martes sus sesiones, en cumplimiento del decreto promulgado por el presidente el domingo.

La agencia oficial de noticias Mena informó que la sesión de la asamblea popular fue convocada al mediodía; sin embargo, destacó que espera el pronunciamiento de la corte y del CSFA sobre el decreto presidencial.

Los islamitas son rivales históricos de los militares, quienes dominan la vida política desde la caída de la monarquía, en 1952.

La Hermandad Musulmana anunció por Twitter que este martes participará en una manifestación para apoyar las decisiones del presidente y el restablecimiento del parlamento.

El decreto del domingo prevé también la organización de elecciones anticipadas para la cámara, 60 días después de la aprobación por referendo de la nueva constitución del país y la adopción de una nueva ley que rija el parlamento.

De acuerdo con algunos analistas, la medida de Mursi se trató más de un golpe de efecto que de una decisión real para restaurar las dos cámaras legislativas, dominadas por partidos islamitas.

Otras fuentes advirtieron de una previsible colisión entre Mursi, quien asumió el cargo el 30 de junio, y Hussein Tantawi, jefe del CSFA, aunque imágenes televisivas dieron a entender que prevalece entre ellos una relación armónica.

La televisión estatal mostró esta mañana a Mursi sentado junto a Tantawi, durante un desfile militar y ceremonia por la 49 promoción de cadetes de la escuela técnica del ejército.

La Casa Blanca llamó a los egipcios a respetar los principios democráticos para resolver las disputas entre el presidente Mursi y las fuerzas armadas sobre la legitimidad del parlamento.

Las elecciones legislativas del 16 y 17 de junio en Egipto dieron a la Hermandad Musulmana casi la mitad de los escaños en el parlamento y cerca de 25 por ciento a los fundamentalistas salafistas.

Tras la disolución de la cámara por decisión de la justicia, el CSFA anunció que ejercería el poder legislativo hasta la elección de un nuevo parlamento y se adjudicó un derecho de veto sobre cualquier artículo de la futura constitución.

La Hermandad Musulmana acusó entonces a los militares de haber orquestado la disolución para retener el poder legislativo, y afirmó que el parlamento conservaba su autoridad.