Nueva York, 6 de julio. El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, recomendó hoy reorientar la misión del organismo en Siria (Misnus) y dotarla de un mandato más político que militar, a fin de maximizar su capacidad para facilitar un diálogo político entre el gobierno de Damasco y la oposición.

En un informe enviado al Consejo de Seguridad, Ban propone que la Misnus se transforme hacia un papel más político y con un componente militar reducido. Apunta que a partir de las experiencias de la misión y de la amplia violencia en Siria debería considerarse la posibilidad de apoyar un diálogo entre las partes en conflicto.

La misión de observadores de la ONU en Siria está formada actualmente por 300 militares y 100 civiles, y al respecto Ban señala que su mandato debe seguir siendo el mismo, pero que deje el monitoreo de un cese de las hostilidades que jamás se ha dado y se concentre en Damasco para minimizar los riesgos. El Consejo de Seguridad debe tomar una decisión sobre el futuro de la misión el 20 de julio.

En tanto, la conferencia de París sobre Siria exhortó al Consejo de Seguridad a adoptar urgentemente una resolución obligatoria que, bajo el capítulo VII, retome el plan de Kofi Annan y el acuerdo logrado la semana pasada en Ginebra sobre una transición política en el país árabe.

El capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas permite decidir sanciones e incluso un recurso a la fuerza contra quienes no respeten una resolución, de acuerdo con la propuesta de los países occidentales y árabes que buscan el derrocamiento del régimen sirio de Bashar Assad.

El presidente de Francia, Francois Hollande, quien pidió sanciones para Siria y más apoyo para la oposición, sostuvo que ese país se ha convertido en una amenaza para la seguridad internacional. Instó a evitar una guerra civil, pero pidió al Consejo de Seguridad emprender una acción contundente para un plan de transición y la salida de Assad.

La secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton, también abogó por más sanciones a Siria y dijo que Rusia y China deben pagar un precio si continúan apoyando al país. Además, Estados Unidos saludó la deserción de un alto oficial del ejército sirio, Munaf Tlass, cercano a la familia presidencial.

Rusia rechazó categóricamente la advertencia de Clinton, cuyas críticas calificó de inapropiadas. Clinton acusó a Rusia y China de boicotear la cita de París por su inasistencia y bloquear sus acuerdos.

En Ginebra, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU emitió una resolución de condena por los crímenes en Siria y pidió una investigación. Rusia, China y Cuba votaron en contra del texto presentado por Estados Unidos y Turquía.