Moscú, 6 de julio. La Duma aprobó hoy, en primera lectura, la controvertida ley que abre un registro especial como agentes extranjeros para las organizaciones no gubernamentales (ONG) que reciban financiamiento desde el exterior.

De este modo, los diputados desoyeron las recomendaciones de la Cámara Pública, instancia consultiva creada por el Kremlin, y de la Comisión Presidencial de Derechos Humanos, que coincidieron en calificar el proyecto de ley de anticonstitucional.

La ley obtuvo 323 votos en favor y cuatro en contra del total de 450 miembros de la Duma y sólo los diputados opositores de Rusia Justa rechazaron participar en la votación.

Las bancadas del Partido Comunista y del Partido Liberal Democrático también apoyaron el documento, que pudo haber sido adoptado con sólo los votos del partido oficialista Rusia Unida.

Ante la advertencia de Liudmila Alekseyeva, dirigente del Grupo Helsinki de Moscú (que promueve la defensa de los derechos humanos), de solicitar a los parlamentos y gobiernos de Estados Unidos y Europa sanciones contra los autores del proyecto de ley, los 237 diputados de la mayoritaria fracción oficialista firmaron como coautores del documento, un hecho inédito en la práctica parlamentaria rusa.

Andrei Voroviov, coordinador de la bancada de Rusia Unida, dijo que el documento se corresponde con la legislación de Estados Unidos y varios países europeos.

Sin embargo, Rachel Denber, subdirectora de la división para Europa y Asia central de Human Rigths Watch (HRW), estimó que poner un signo de igualdad entre la ley rusa y, por ejemplo, el Acta de Registro de Agentes Extranjeros (FARA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos pretende confundir a la población.

El FARA se aplica sólo a organizaciones e individuos que operan bajo dirección y control de un jefe extranjero, lo cual no puede decirse de las ONG que reciben dinero desde el exterior y que no cumplen instrucciones foráneas.