Varsovia, 18 de junio. España contra Alemania sería una final ideal para la Eurocopa 2012, consideró el presidente de la Unión de Federaciones de Futbol Europeas (UEFA, por sus siglas en inglés), Michel Platini. El francés elogió a ambas selecciones y a los organizadores Polonia-Ucrania, pero el rostro se le ensombreció al hablar del racismo y los disturbios que han provocado algunos hinchas.

España tiene un estilo, un sistema, donde el cansancio no supone problemas. Hacen correr el balón y es el balón el que se cansa, no ellos, analizó el ex capitán francés sobre el defensor del título.

La eliminación de Holanda quiere decir que la Eurocopa es más difícil que el Mundial (donde la naranja fue subcampeona). Me decepcionó Holanda y la eliminación de Rusia fue otra sorpresa negativa, añadió.

Platini dijo que le había sorprendido el juego ofensivo de la selección italiana. Es increíble, en el último partido ante Croacia iban 1-0 y los croatas empataron. Eso va contra la religión italiana. Más allá del Papa, la religión de Italia es que cuando vas 1-0 es imposible que el adversario te empate, bromeó.

En cuanto a los organizadores, aseguró que Polonia –eliminada– y Ucrania ya ganaron su Eurocopa, en alusión a la organización del torneo y el ambiente que se ha generado, por lo que calificó la justa de todo un éxito.

En cambio, la cara del presidente de la UEFA se transformó cuando se tocó el asunto del racismo y los incidentes que mancharon el torneo, como los gritos de mono contra el atacante italiano Mario Balotelli.

No estoy contento con Croacia. Estuve allí hace un año (para hablar con las autoridades) y no estoy contento. Es un equipo que juega bien, pero cuando ves a un centenar de tontos en el público, no se puede aceptar, explicó.

La policía polaca anunció el arresto preventivo el sábado de 72 hooligans rusos para evitar actos violentos en el duelo contra Grecia. Además, dos hinchas rusos fueron detenidos este lunes cuando trataban de cruzar la frontera; ambos están acusados de agresiones contra empleados del estadio Breslavia. Asimismo, un aficionado irlandés desapareció el sábado.